El Cambio de Naldo, Tito y Luna
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Mascota, un perro llamado Naldo y dos gatos llamados Tito y Luna. Vivían en una hermosa casa con su dueño, el señor Martín.
Naldo era un perro muy juguetón y siempre estaba lleno de energía. Tito y Luna, por otro lado, eran gatos perezosos que preferían dormir todo el día. A pesar de sus diferencias, los tres animales se llevaban bien y eran grandes amigos.
Un día, el señor Martín llegó a casa después de un largo día de trabajo. Estaba cansado y frustrado porque había tenido muchos problemas en la oficina.
Al ver a Naldo corriendo alrededor de la casa y a Tito y Luna durmiendo plácidamente en el sofá, decidió que ya no podía soportar más su comportamiento. - ¡Estoy harto! - exclamó el señor Martín -. No puedo seguir cuidando de ustedes si no aprenden a comportarse.
Los animales se miraron entre sí con tristeza al escuchar las palabras del señor Martín. Sabían que habían sido traviesos últimamente, pero no querían causarle problemas.
Decididos a cambiar su actitud, Naldo, Tito y Luna tuvieron una reunión secreta esa noche para planificar cómo mejorar sus comportamientos. - Chicos - dijo Naldo -, creo que debemos ser más responsables. Necesitamos ayudar al señor Martín en lugar de darle problemas. - Tienes razón - asintió Tito -.
Podemos empezar haciendo nuestras tareas sin que él nos lo tenga que decir. - También deberíamos aprender nuevos trucos para mostrarle al señor Martín que podemos ser obedientes - agregó Luna. Los días pasaron y los animales pusieron en práctica su plan.
Naldo se aseguraba de no hacer travesuras y siempre estaba listo para jugar cuando el señor Martín llegaba a casa, Tito comenzó a utilizar su rascador en lugar de afilar sus uñas en los muebles y Luna dejó de dormir tanto y comenzó a explorar el jardín.
El señor Martín notó rápidamente los cambios en sus mascotas. Estaba sorprendido y feliz de ver cómo Naldo, Tito y Luna habían madurado tan rápido.
- Chicos, estoy muy orgulloso de ustedes - dijo el señor Martín con una sonrisa -. Han demostrado que pueden cambiar y ser responsables. Los animales se sintieron llenos de alegría al escuchar las palabras del señor Martín. Sabían que habían logrado su objetivo: mejorar su comportamiento para hacerlo feliz.
Desde ese día, Naldo, Tito y Luna siguieron siendo buenos amigos y continuaron ayudando al señor Martín en todo lo que necesitara. Aprendieron la importancia de la responsabilidad y cómo sus acciones podían afectar a los demás.
Y así, juntos, formaron un equipo inseparable que demostró que todos podemos cambiar si nos esforzamos lo suficiente. Fin
FIN.