El camino a casa
Helenita y Oti caminaban juntas hacia el colegio, charlando animadamente sobre la tarea de matemáticas que tenían para entregar. De repente, se detuvieron en seco al ver a un niño desconocido sentado en la acera.
- ¿Qué le pasa a ese chico? - preguntó Helenita preocupada. - No lo sé, pero parece triste - respondió Oti con una mirada compasiva. Las dos amigas se acercaron al niño y le preguntaron si necesitaba ayuda.
El niño les contó que había perdido su mochila con todas sus cosas adentro y no sabía cómo volver a casa sin ella. - ¿Dónde vivís? - preguntó Helenita.
- En el barrio del otro lado del río - respondió el niño señalando hacia el este. Helenita y Oti intercambiaron una mirada determinada y decidieron ayudar al niño a encontrar su camino de regreso a casa.
Juntos, cruzaron el puente que separaba los dos barrios e iniciaron su búsqueda por las calles del vecindario desconocido. Después de varios intentos fallidos de encontrar la casa del niño, empezaron a desanimarse. Pero justo cuando estaban por darse por vencidas, escucharon unos gritos desesperados en una calle cercana.
Corrieron hacia allí y encontraron al padre del niño buscándolo angustiado entre los vecinos del barrio. El hombre abrazó efusivamente a su hijo mientras les explicaba que habían estado buscándolo toda la mañana sin éxito.
Helenita y Oti sonrieron satisfechas por haber podido ayudar a reunir a la familia. - Gracias por haber traído de vuelta a mi hijo sano y salvo - dijo el padre emocionado. Pero lo que no sabían era que su buena acción no había pasado desapercibida.
Un vecino del barrio, testigo de la escena, les ofreció un trabajo en una pequeña tienda de artesanías cercana al colegio. - Me encantaría tener dos chicas tan valientes y solidarias trabajando conmigo - dijo el hombre sonriendo.
Helenita y Oti se miraron sorprendidas e ilusionadas ante la posibilidad de ganar dinero extra para sus gastos personales. Agradecieron al hombre por su oferta y prometieron pensar en ella seriamente.
La historia de Helenita y Oti es un ejemplo inspirador para todos los niños: la importancia de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio, perseverar ante las dificultades y estar abiertos a nuevas oportunidades.
FIN.