El camino a casa de Laura



Laura era una niña muy especial. Aunque no hablaba mucho, sus ojos brillaban con alegría cuando veía a su familia y amigos. Pero había algo que la hacía sentir muy mal todos los días.

Cuando llegaba a casa después de la escuela, Laura se ponía muy nerviosa. Se desvestía rápidamente y empezaba a llorar y gritar sin parar. Sus papás no sabían qué hacer para ayudarla.

Un día, decidieron buscar ayuda en internet y encontraron un sitio web que les enseñó cómo usar pictogramas e historias sociales para ayudar a niños como Laura. Así que prepararon una historia social con dibujos de Laura entrando en casa de forma tranquila y feliz.

También hicieron unos pictogramas para recordarle lo que tenía que hacer: quitarse los zapatos, colgar el abrigo en el perchero, saludar a sus papás con un beso y luego ir al baño antes de jugar.

La primera vez que probaron esta técnica fue difícil porque Laura estaba acostumbrada a su rutina antigua. Pero poco a poco, gracias al amor y la paciencia de sus padres, empezó a entender lo que debía hacer.

"Mira Laura", dijo mamá mostrándole las imágenes del cuaderno"Aquí están tus zapatos... ¿Qué tienes que hacer?"—"Quitarlos" , respondió Laura señalando los pictogramas. —"Exacto" , sonrió mamá animándola"Y ahora... ¿dónde está el perchero?"Laura miró las imágenes por un momento antes de señalar el dibujo del perchero.

"¡Muy bien! Ahora vamos juntos". Laura estaba emocionada por tener una nueva forma de entrar en casa. Y aunque a veces se olvidaba de algo, sus papás siempre estaban allí para recordarle con cariño lo que tenía que hacer.

Un día, cuando Laura llegó a casa después de la escuela, sucedió algo mágico. En lugar de desvestirse y llorar como antes, entró en casa con una sonrisa enorme y saludó a sus padres con un beso.

"¡Hola mamá! ¡Hola papá!", dijo Laura emocionada"¿Podemos jugar juntos?"Sus papás no podían creer lo feliz que estaba su hija. Se abrazaron y se rieron juntos mientras le daban las gracias por ser una niña tan valiente y especial.

Desde ese día, Laura aprendió que podía hacer cualquier cosa si ponía todo su corazón en ello. Y sus papás aprendieron que el amor incondicional es la mejor medicina para cualquier dificultad.

FIN.

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