El camino de la ayuda



Era un hermoso día de verano y Vicente estaba emocionado por pasar el día en la playa con su familia. Llegaron temprano en la mañana y se instalaron debajo de una sombrilla cerca del agua.

Vicente estaba fascinado con las olas, corría hacia ellas y saltaba justo a tiempo antes de que lo alcanzaran. Sin embargo, mientras jugaba, se alejó más y más de su familia sin darse cuenta.

De repente, al darse cuenta de que estaba solo, comenzó a sentirse asustado. Miró alrededor pero no pudo encontrar a su mamá, papá o abuela. Empezó a caminar por la playa tratando de buscarlos pero todo parecía igual.

Pasaron unos minutos muy angustiosos para Vicente hasta que finalmente vio algo familiar: ¡era su sombrilla! Corrió hacia ella con lágrimas en los ojos esperando encontrar allí a sus seres queridos... pero nadie estaba allí. "¿Hola?" -llamó Vicente"¿Hay alguien aquí?"Silencio.

"¡Hola!" -volvió a gritar"¡Soy Vicente! ¿Alguien me escucha?"Nada. La tristeza invadió el corazón del pequeño niño que ahora se sentía completamente perdido y solo.

Pero entonces recordó algo importante: sus padres siempre le habían enseñado qué hacer si alguna vez se perdía. Así que respirando hondo intento mantener la calma y decidió seguir caminando por la playa hasta encontrar ayuda.

Fue entonces cuando vio algo aún más familiar: ¡su abuela! —"Abu"  -dijo corriendo hacia ella"¡Qué suerte verte aquí!""Vicente, mi amor" -dijo la abuela sorprendida"¿Estás bien? ¿Dónde están tus padres?""No lo sé" -respondió Vicente con lágrimas en los ojos"Me perdí y no puedo encontrarlos".

La abuela tomó la mano de Vicente y lo llevó a un lugar seguro. Mientras caminaban juntos, ella le explicaba que era normal sentirse asustado cuando uno se pierde, pero que él había hecho lo correcto al buscar ayuda.

"¿Y qué pasa si lloro?" -preguntó Vicente tímidamente mientras secaba sus lágrimas. "Llorar está bien también" -respondió la abuela sonriendo-. "Pero recuerda siempre pedir ayuda si te encuentras en una situación difícil. Y nunca te rindas hasta encontrarla.

"Finalmente, después de unos minutos más de caminar, encontraron a los padres de Vicente preocupados buscándolo por toda la playa. Hubo muchos abrazos y besos para el pequeño niño que había demostrado tanta valentía.

A partir de ese día, Vicente aprendió una importante lección: siempre hay alguien dispuesto a ayudar cuando nos encontramos en problemas; todo lo que tenemos que hacer es tener el coraje suficiente para pedirlo.

FIN.

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