El camino de la valentía

Había una vez, en un pequeño pueblo en la campiña argentina, dos hermanos llamados Hansel y Gretel. Vivían con su madre, quien trabajaba incansablemente para cuidar de ellos. Un día, debido a la escasez de comida, su madre decidió llevarlos al bosque, con la esperanza de encontrar algo para comer.

"Hansel, Gretel, debemos recoger leña para encender el fuego", dijo su madre.

"Sí, mamá", respondieron los hermanos al unísono.

Mientras caminaban por el bosque, Hansel y Gretel observaron cómo su madre se esforzaba por encontrar leña, pero lo que no sabían era que ella los estaba llevando más y más adentro en el bosque, con la intención de abandonarlos para que pudieran encontrar comida por sí mismos.

Después de un rato, su madre les dijo que los esperaría allí mientras ellos buscaban leña un poco más lejos. Sin embargo, Hansel, quien desconfiaba de la actitud de su madre, había ideado un plan.

"Gretel, trae piedras del suelo mientras caminamos, así sabremos cómo regresar a casa", susurró Hansel a su hermana.

Con el camino marcado por las piedras, Hansel y Gretel lograron regresar a su casa antes de que su madre se diera cuenta. Sin embargo, al ver que los hermanos habían vuelto, su madre decidió llevarlos otra vez al bosque al día siguiente.

Esta vez, Hansel y Gretel no pudieron recoger las piedras del suelo, ya que su madre los llevó por un camino diferente. A medida que avanzaban, los hermanos dejaban caer migajas de pan para poder encontrar el camino de regreso. Pero las aves del bosque se las comieron, dejándolos completamente perdidos.

Desesperados por encontrar su camino de vuelta a casa, Hansel y Gretel se encontraron con una cabaña hecha de golosinas en medio del bosque. Atraídos por la deliciosa apariencia de la cabaña, comenzaron a comer trozos de ella.

Fue entonces cuando la dueña de la cabaña, una bruja malvada, apareció y los encerró. La bruja planeaba cocinar a Hansel y Gretel para su cena. Sin embargo, los valientes hermanos lograron trabajar juntos para engañar a la bruja y empujarla al horno en lugar de ellos.

Finalmente, lograron escapar de la cabaña y, utilizando su astucia e ingenio, encontraron el camino de regreso a su casa. Al llegar, descubrieron que su madre también los había estado buscando y, al reunirse, prometieron nunca más dejarse separar.

A partir de ese día, Hansel y Gretel aprendieron que la valentía, la astucia y el trabajo en equipo son herramientas poderosas para enfrentar los desafíos, haciéndolos capaces de superar cualquier adversidad que se interpusiera en su camino.