El camino de las flores perdidas



Había una vez, en un hermoso jardín, tres abejas llamadas Miel, Polen y Zumba. Ellas eran las mejores amigas y trabajaban juntas para recolectar néctar de las flores y llevarlo a la colmena.

Un día, mientras volaban de flor en flor, se encontraron con una mariposa muy triste. La mariposa les contó que había perdido su camino hacia su hogar y no sabía cómo volver. Las abejas decidieron ayudarla y le ofrecieron llevarla a su casa.

"¿Pueden ayudarme realmente? ¡Eso sería maravilloso!"- dijo la mariposa emocionada. Las abejas comenzaron a buscar el camino de regreso a la casa de la mariposa, pero pronto se dieron cuenta de que estaban perdidas también.

Decidieron trabajar juntas para encontrar el camino correcto. Mientras buscaban el camino correcto, las abejas descubrieron un hermoso campo lleno de flores nunca antes vistas.

Estuvieron tan emocionadas por encontrar algo nuevo que se olvidaron completamente del tiempo y continuaron explorando todo lo que pudieran. Sin embargo, cuando finalmente encontraron el camino hacia la casa de la mariposa, era demasiado tarde: ya estaba oscureciendo y no podían ver bien dónde iban. Además, habían gastado toda su energía explorando el campo desconocido.

"No podemos dejar a nuestra nueva amiga sola en medio de la noche". -dijo Miel-. "Debemos hacer todo lo posible para llegar a su hogar".

Así que las tres abejas trabajaron juntas para guiarse mutuamente utilizando su sentido del olfato y memoria de las flores que se encontraron en el camino. Finalmente, después de mucho esfuerzo, lograron encontrar la casa de la mariposa.

La mariposa estaba muy agradecida por su ayuda y les ofreció una recompensa por haberla ayudado a volver a casa. Pero las abejas le dijeron que no necesitaban nada a cambio, porque estaban felices simplemente por haber hecho algo bueno. "Lo más importante es trabajar juntos y ayudar a los demás". -dijo Polen-.

"Siempre podemos descubrir nuevas cosas en el camino, pero nunca debemos perder de vista lo que realmente importa".

Y así, Miel, Polen y Zumba regresaron a su colmena sabiendo que habían aprendido una gran lección sobre la amistad y la solidaridad trabajando juntas para ayudar a un amigo necesitado. Desde ese día en adelante siempre trabajaron juntas para explorar nuevos lugares mientras seguían siendo fieles al valor principal de ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio.

FIN.

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