El camino de regreso



Adolfo era un hombre muy trabajador y dedicado a su familia. Siempre se esforzaba por darles lo mejor y educarlos de la mejor manera posible.

Rosa, su esposa, también era muy cariñosa con sus hijos y siempre les brindaba todo el amor que podía. Un día, Adolfo decidió llevar a sus hijos a pescar al río cercano. Jorge, Gabriel, Raúl y Teresita estaban emocionados por pasar tiempo juntos en familia y disfrutar del aire libre.

Cuando llegaron al río, Adolfo les enseñó cómo preparar las cañas de pescar y cómo lanzarlas al agua. Los niños aprendieron rápidamente y pronto estaban atrapando peces uno tras otro.

Pero entonces ocurrió algo inesperado: una tormenta comenzó a acercarse y el cielo se oscureció rápidamente. Adolfo sabía que debían regresar a casa antes de que fuera demasiado tarde.

"¡Rápido chicos! ¡Tenemos que reagarrar todo antes de que empiece la lluvia!" dijo Adolfo mientras empezaba a guardar las cosas en su mochila. Pero entonces se dieron cuenta de que habían perdido el camino de vuelta. Estaban perdidos en medio del bosque con una tormenta acercándose cada vez más rápido.

Los niños empezaron a asustarse pero Adolfo no perdió la calma. "No se preocupen chicos, vamos a encontrar el camino de vuelta", les dijo tranquilizadoramente. Adolfo decidió usar su conocimiento sobre la naturaleza para encontrar el camino correcto.

Les mostró cómo mirar los árboles para saber en qué dirección estaban y cómo identificar las plantas para saber dónde estaban. Poco a poco, fueron avanzando por el bosque mientras la lluvia comenzaba a caer.

Pero entonces oyeron un ruido extraño: era un oso que se acercaba hacia ellos. Los niños empezaron a gritar y correr, pero Adolfo les dijo que debían quedarse quietos y no moverse. "No le hagan caso al oso chicos, si nos quedamos quietos se irá", les dijo calmadamente.

Y así fue: el oso olfateó alrededor de ellos por unos segundos y luego se alejó sin causar ningún daño. Finalmente, después de varias horas perdidos en el bosque, lograron encontrar su camino de vuelta a casa gracias al conocimiento y habilidades de Adolfo.

Desde ese día en adelante, los niños aprendieron la importancia del conocimiento y la calma en situaciones difíciles. Y siempre recordarán esa aventura como una experiencia emocionante e inspiradora que los ayudó a crecer como personas.

FIN.

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