El camino de regreso



Había una vez un niño llamado Simon que vivía en una pequeña cabaña en el borde de un frondoso bosque.

Un día, mientras jugaba cerca del arroyo, Simon se adentró demasiado en el bosque y, sin darse cuenta, se perdió entre los árboles y la maleza. Simon caminaba de un lado a otro, tratando de encontrar su camino de regreso a casa, pero todo lucía igual a su alrededor.

Comenzó a sentir miedo y preocupación por no saber cómo volver con su familia. De repente, escuchó un ruido extraño detrás de unos arbustos. Al acercarse cautelosamente, descubrió que era un conejo saltarín y curioso que lo observaba con ojos brillantes.

El conejo le preguntó a Simon qué hacía allí solo y asustado. Simon le contó sobre cómo se había perdido y el conejo decidió ayudarlo. "No te preocupes", dijo el conejo amablemente. "Te guiaré hasta la salida del bosque". Así comenzaron su aventura juntos.

El conejo conocía cada sendero del bosque y llevó a Simon por caminos seguros para evitar peligros como pantanos fangosos o ramas caídas.

Mientras caminaban, se encontraron con otros animales del bosque: un zorro astuto, una ardilla veloz y un búho sabio. Cada uno de los animales ofreció algo especial para ayudar a Simon en su travesía.

El zorro le enseñó a seguir las huellas en el suelo para orientarse mejor; la ardilla le mostró cómo trepar árboles altos para tener una vista panorámica; y el búho le dio consejos sobre cómo mantener la calma en situaciones difíciles.

Después de muchas horas de exploración, finalmente llegaron al borde del bosque donde la cabaña de Simon estaba justo frente a ellos. El niño no podía creer lo lejos que se había adentrado ni todo lo que había aprendido gracias a sus amigos animales.

"¡Gracias por traerme de vuelta a casa!", exclamó Simon emocionado mientras abrazaba al conejo, al zorro, a la ardilla y al búho. "Fue un placer ayudarte", respondieron los animales sonriendo. Desde ese día en adelante, Simon visitaba regularmente el bosque pero esta vez siempre acompañado por sus amigos animales.

Aprendió a respetar la naturaleza, a ser valiente ante los desafíos y sobre todo, entendió la importancia de pedir ayuda cuando más lo necesitaba.

Y así termina la historia de cómo Simon se perdió en el bosque pero encontró mucho más que su camino de regreso: encontró amigos dispuestos a guiarlo en cada paso de su camino.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!