El Camino de Saulo
En un lejano lugar llamado Tarso, vivía un joven llamado Saulo. Era conocido por ser muy estricto y por tener un carácter fuerte. Saulo pensaba que estaba en lo correcto al perseguir a aquellos que seguían un nuevo camino, a quienes él llamaba cristianos. Cuando escuchaba hablar de ellos, se enojaba mucho y no comprendía que había otras formas de ver el mundo.
Una tarde, mientras caminaba por un camino polvoriento, Saulo vio una luz brillante. Era tan intensa que lo hizo caer al suelo. Aturdido, escuchó una voz que decía: "-Saulo, ¿por qué me persigues? -
Esa voz era especial, y aunque no sabía de dónde venía, sintió que algo en su interior comenzaba a cambiar.
Al levantarse, Saulo intentó abrir los ojos, pero no podía ver nada. Estaba ciego. Confundido y asustado, decidió ir a Damasio, un lugar donde esperaba encontrar respuestas.
Después de varios días de incertidumbre, llegó a una casa donde vivía un hombre llamado Ananias. Este, al escuchar sobre Saulo y su pasado, se sentía nervioso.
"-¿Por qué debo ayudarlo? Su reputación no es buena!" dijo Ananias preocupado.
Sin embargo, una voz dentro de él le decía que debía hacerlo. Así que, con el corazón latiendo rápido, se acercó a Saulo.
"-Saulo, yo soy Ananias. He venido a traerte un mensaje. "
Saulo, aún ansioso y con miedo, respondió: "-¿Qué debo hacer?"
Ananias, reconociendo la valentía de este joven, le puso las manos sobre los ojos. "-Ahora, abre los ojos y mira. "
Saulo sintió como si una gran oscuridad se desvanecía. Poco a poco, abrió los ojos y, ante su sorpresa, pudo ver nuevamente. Todo en su vida había cambiado. Mirando a Ananias, dijo:
"-No puedo creerlo. ¡Puedo ver! ¿Qué debo hacer ahora?"
"-Debes usar tu nueva visión para ayudar a otros. Lo que creías correcto debe ser diferente ahora. "
Saulo se sintió ligero, como si una pesada carga hubiera desaparecido. Había entendido que su verdadero propósito era ayudar y no lastimar. Desde aquel día, se comprometió a aprender sobre la paz y la amistad.
Sin embargo, no todo fue fácil. Muchas personas lo reconocían y temían lo que había sido. Un día, mientras paseaba por el mercado, se encontró con un grupo que comenzó a murmurar a su alrededor.
"-Miren, ¡es Saulo, el perseguidor!" dijo uno de ellos.
Saulo, respirando hondo, se acercó a ellos. "-Sé que tengo un pasado, pero quiero cambiar. Estoy aquí para aprender y ser su amigo. "
Al principio, algunos se reían y se alejaban, pero poco a poco, empezaron a escuchar la sinceridad de su voz.
Y así, Saulo comenzó a ganar la confianza de la gente. Se dedicó a ayudar a los que lo necesitaban, a escuchar historias y a aprender sobre la empatía.
Pasaron los meses y, en cada encuentro, Saulo dejaba una huella de amabilidad. Un día, se organizó una gran fiesta en el pueblo y todos estaban invitados. La plaza estaba decorada con colores y risas. Junto con sus nuevos amigos, Saulo se sintió feliz y libre.
Mientras celebraban, alguien levantó un vaso. "-Por Saulo, el hombre que eligió cambiar!"
Y todos aplaudieron con entusiasmo. Saulo sonreía, sintiéndose agradecido por su viaje y por todas las oportunidades de hacer el bien.
Al final de la fiesta, Ananias se acercó a él. "-Sabía que tenías algo especial, Saulo. Tu viaje apenas comienza. "
Saulo asintió con la cabeza, mirando el horizonte. "-Sí, y estoy listo para vivirlo. "
Y así, Saulo, el joven que alguna vez fue conocido por su dureza, se transformó en un embajador de la paz y el entendimiento, demostrando que todos podemos cambiar y que siempre hay una nueva forma de ver las cosas.
FIN.