El camino de Stiven hacia las estrellas



Stiven era un joven lleno de sueños y aspiraciones en la vida. Desde pequeño, había soñado con ser militar, servir a su patria y proteger a su país.

Sin embargo, el tiempo pasaba y Stiven no se dedicaba a estudiar ni a prepararse para alcanzar su objetivo. Un día, al cumplir los 17 años, Stiven se dio cuenta de que no podía seguir postergando su educación si quería hacer realidad su sueño de ser militar.

Decidido a cambiar su situación, Stiven se acercó al cuartel más cercano en busca de orientación. Allí conoció al Capitán Martínez, un hombre amable pero firme que le explicó la importancia de prepararse adecuadamente para ingresar a las fuerzas armadas.

"Hola, soy Stiven y quiero ser militar", dijo tímidamente Stiven al Capitán Martínez. El Capitán lo miró con interés y le respondió: "¡Hola Stiven! Me alegra escuchar eso, pero ser militar requiere disciplina, esfuerzo y sacrificio.

¿Estás dispuesto a comprometerte seriamente con esta carrera?"Stiven asintió con determinación y le aseguró al Capitán que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograr su sueño.

"En ese caso", dijo el Capitán Martínez con una sonrisa, "debes empezar por retomar tus estudios y prepararte física y mentalmente para superar los desafíos que enfrentarás como soldado". Stiven siguió el consejo del Capitán Martínez al pie de la letra.

Se inscribió en un curso intensivo para terminar la escuela secundaria mientras comenzaba un riguroso entrenamiento físico. Dedicaba largas horas al estudio y al ejercicio, sin perder nunca de vista su objetivo final: convertirse en militar. Los meses pasaron rápidamente y Stiven demostró una dedicación excepcional.

Su esfuerzo no pasó desapercibido por sus profesores ni por el Capitán Martínez, quien seguía supervisando su progreso. Finalmente, llegó el día en que Stiven cumplió 18 años e hizo oficial su solicitud para ingresar a las fuerzas armadas.

Pasó todas las pruebas físicas y mentales con éxito gracias a su arduo trabajo previo. Cuando recibió la noticia de que había sido aceptado en la academia militar, Stiven sintió una mezcla de emoción y orgullo indescriptibles.

Por fin estaba un paso más cerca de cumplir su sueño. "Felicidades, soldado Stiven", dijo el Capitán Martínez durante la ceremonia de bienvenida. "Has demostrado tener el coraje y la determinación necesarios para formar parte de nuestras filas. Estamos orgullosos de tenerte con nosotros".

Stiven sonrió emocionado mientras saludaba con respeto a sus nuevos compañeros de armas. Había aprendido una valiosa lección: que con esfuerzo, perseverancia y dedicación, cualquier sueño es alcanzable.

Desde ese día en adelante, Stiven se convirtió en un ejemplo para todos los jóvenes que deseaban seguir sus pasos. Su historia inspiradora recordaba que no importa cuántos obstáculos se presenten en el camino; siempre hay una oportunidad para cambiar nuestro destino si estamos dispuestos a luchar por ello.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!