El camino de Tita la tortuga



En un bosque encantado vivían muchos animales de todos los tamaños y colores. Había conejos saltarines, zorros astutos, búhos sabios y osos cariñosos. Pero entre todos ellos, destacaba una pequeña tortuga llamada Tita.

Tita era muy lenta comparada con los demás animales del bosque, lo cual a veces le causaba problemas. Un día, mientras caminaba por el sendero del bosque, escuchó risas y alboroto provenientes de la orilla de un lago.

Decidió acercarse para ver qué estaba sucediendo. Al llegar, se encontró con un grupo de patos que estaban organizando una carrera de natación. Todos los animales estaban emocionados y listos para competir.

Tita sintió que algo dentro de ella también quería participar, a pesar de saber que no era la más rápida en el agua. "¿Puedo participar en la carrera?", preguntó tímidamente Tita. Los patos se miraron entre ellos y comenzaron a reírse.

"¡Una tortuga en una carrera de natación! ¡Eso es ridículo!", exclamó uno de los patos. Tita bajó la cabeza avergonzada y se alejó lentamente del lago. Sin embargo, un búho anciano que había estado observando la escena decidió intervenir.

"Es cierto que las tortugas no son las más rápidas en el agua, pero cada animal tiene sus propias habilidades únicas", dijo el búho con voz sabia. Tita levantó la cabeza sorprendida por las palabras del búho.

"Si bien es cierto que puedes no ser la más rápida nadadora, tienes otra cualidad invaluable: la perseverancia", continuó el búho. "No te compares con los demás; enfoca en tus propias fortalezas". Las palabras del búho resonaron en el corazón de Tita.

Decidió regresar al lago y participar en la carrera sin importar lo que pensaran los demás animales. La competencia comenzó y, como se esperaba, Tita quedaba rezagada detrás de los ágiles patos.

Sin embargo, a mitad del recorrido ocurrió algo inesperado: una fuerte corriente arrastró a varios patos lejos del curso establecido. Mientras todos entraban en pánico, Tita siguió nadando con determinación hacia la meta originalmente marcada. Finalmente logró cruzarla primero gracias a su constancia y resistencia.

Los demás animales quedaron impresionados por su victoria inesperada y aplaudieron emocionados. Desde ese día, Tita entendió que no importa cuán rápido o lento seas en comparación con otros; lo importante es nunca rendirse ante los desafíos y creer en tus propias capacidades únicas.

Y así, la pequeña tortuga demostró al bosque entero que incluso el animal más lento puede alcanzar grandes logros si persevera con valentía y confianza en sí mismo.

FIN.

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