El camino del artista



Había una vez un pequeño pueblo en el que vivía un niño llamado Tomás. A Tomás le gustaba mucho dibujar y pintar, pero siempre se sentía frustrado porque sus dibujos no salían como él quería.

Pasaba horas tratando de mejorar, pero nunca lograba los resultados que deseaba. Un día, mientras paseaba por la plaza del pueblo, vio a un hombre mayor sentado en un banco con un cuaderno y lápices de colores.

Se acercó para mirar lo que estaba haciendo y quedó maravillado al ver las hermosas ilustraciones que había realizado. "¡Qué bonitos son tus dibujos! ¿Cómo haces para que te queden tan bien?", preguntó Tomás.

"Bueno, he dedicado muchos años a practicar y mejorar mi técnica", respondió el hombre con una sonrisa amable. Tomás se presentó y le contó sobre su pasión por el arte.

El hombre se presentó como Don Miguel, profesor de arte retirado, quien ofreció ayudarlo en todo lo posible para mejorar sus habilidades. Durante las siguientes semanas, Don Miguel enseñó a Tomás diferentes técnicas de dibujo y pintura.

Le explicó cómo usar las sombras para crear profundidad en los objetos y cómo mezclar los colores para obtener tonalidades nuevas e interesantes. Tomás trabajó duro cada día siguiendo los consejos del profesor. Y aunque al principio era difícil aplicar todas las enseñanzas recibidas, poco a poco comenzaron a surgir cambios notables en sus obras.

Un día, Don Miguel preparó una exposición con algunos de sus cuadros más destacados. Invitó a Tomás para que pudiera verlos y apreciar todo lo que había aprendido de él. "¡Son increíbles!", exclamó Tomás emocionado.

"¿Crees que algún día podré llegar a hacer algo así?"Don Miguel le dio unas palmaditas en el hombro y le dijo:"Todo es posible si te lo propones, Tomás. Sigue practicando, sigue aprendiendo y nunca pierdas la pasión por el arte".

A partir de ese momento, Tomás se dedicó con más ahínco a su pasión por el dibujo y la pintura. Nunca olvidaría los consejos del profesor Don Miguel ni las enseñanzas que le permitieron mejorar sus habilidades.

Y aunque nunca llegó a ser tan famoso como su mentor, siempre recordará con gratitud aquellos días en los que Profesor ayudó al alumno en el arte.

FIN.

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