El camino hacia el estrellato de Juan


Había una vez un pequeño pueblo llamado San Martín, donde todos los niños iban a la escuela y soñaban con ser grandes profesionales cuando crecieran.

Pero había un niño llamado Juan que no sabía qué quería ser cuando fuera grande. Un día, mientras jugaba en el parque del pueblo, se encontró con un hombre muy amable que le preguntó:- Hola niño, ¿cómo te llamas? - Me llamo Juan -respondió tímidamente.

- ¿Y qué quieres ser cuando seas grande? -preguntó el hombre sonriendo. Juan suspiró y dijo:- No lo sé. Todos mis amigos quieren ser médicos o abogados, pero yo no tengo idea de lo que quiero hacer. El hombre se rió y dijo:- Bueno, eso no es malo.

Hay muchas otras cosas en las que puedes destacar. Tal vez podrías ser un gran artista o científico.

Juan frunció el ceño y preguntó:- Pero ¿cómo sabré si soy bueno en algo así? El hombre le dio unas palmaditas en la espalda y dijo:- Eso es fácil. Solo tienes que intentarlo.

Si te gusta dibujar, dibuja todo lo que puedas; si te gusta investigar sobre animales, lee libros sobre ellos e incluso visita un zoológico cercano para aprender más sobre ellos. Juan sonrió por primera vez en todo el día y asintió emocionado. A partir de ese día, Juan comenzó a explorar sus intereses y descubrió su amor por la música.

Aprendió a tocar varios instrumentos y comenzó a escribir sus propias canciones. Sin embargo, aún tenía miedo de mostrarle su música a los demás.

Un día, mientras paseaba por el parque con su guitarra en la mano, se encontró con un grupo de niños que jugaban fútbol. Uno de ellos se acercó y le preguntó:- Oye, ¿tocas la guitarra? Juan asintió tímidamente. - ¡Genial! -dijo el niño-. Nosotros estamos formando una banda y necesitamos un guitarrista.

¿Te gustaría unirte a nosotros? Juan no podía creer lo que estaba escuchando. Finalmente tendría la oportunidad de mostrarle su música a alguien más. Así que aceptó emocionado.

La banda ensayaba todos los días después de la escuela y pronto comenzaron a tocar en pequeños eventos del pueblo. Juan descubrió que no solo amaba tocar música, sino también compartir su amor por ella con los demás.

Un día, mientras tocaban en una feria del pueblo, un productor musical famoso pasó por allí y quedó impresionado con el talento de Juan y su banda. Les ofreció grabar un disco y hacer una gira nacional para promocionarlo. Juan estaba encantado pero también tenía miedo.

Nunca había estado lejos de su familia o amigos antes. Pero entonces recordó las palabras del hombre amable del parque: "solo tienes que intentarlo". Así que aceptaron la oferta y comenzaron su aventura musical juntos.

Viajaron por todo el país tocando para multitudes cada vez mayores hasta convertirse en una de las bandas más exitosas del país. Y así es como Juan encontró su verdadera vocación gracias al apoyo del hombre amable del parque y sus nuevos amigos en la banda.

Aprendió que no hay límites para lo que uno puede lograr si se atreve a soñar en grande y trabajar duro para alcanzar sus objetivos.

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