El camino hacia la amistad
Lautaro era un niño muy activo y le encantaba salir a jugar con su bicicleta por las calles del barrio.
Todos los días, después de hacer sus tareas escolares, se subía en su bicicleta y salía a recorrer el vecindario. Un día, mientras pedaleaba por la calle principal, Lautaro vio una señal que decía "Cuidado: camino cerrado". Pero él no le prestó atención y siguió adelante.
De repente, se encontró con una gran zanja que bloqueaba todo el camino. A pesar de intentarlo varias veces, no pudo pasar con su bicicleta. - ¡Qué mal! -se lamentó Lautaro-. No puedo seguir jugando en mi bicicleta si hay tantos obstáculos en mi camino.
Mientras pensaba qué podía hacer para seguir disfrutando de su deporte favorito, escuchó una voz detrás de él. - Hola Lautaro ¿qué te pasa? -era Martín, uno de sus amigos del barrio-.
¿Por qué estás tan triste? - No puedo seguir jugando en mi bicicleta porque hay un camino cerrado -le explicó Lautaro-. No sé qué voy a hacer ahora.
Martín sonrió y le dijo:- ¿Por qué no pruebas algo diferente? En lugar de andar por las mismas calles todos los días, podrías explorar nuevos lugares. Por ejemplo, yo descubrí un parque cerca de aquí donde se puede andar en bici sin problemas. Lautaro nunca había ido al parque antes. Así que decidió probar lo que sugería Martín.
Y realmente fue una gran idea: el parque era enorme y tenía muchos caminos para explorar. Lautaro se divirtió mucho andando en su bicicleta por allí.
Pero eso no fue todo: mientras estaba en el parque, Lautaro conoció a otros niños que también disfrutaban de andar en bicicleta. Juntos descubrieron nuevos caminos y desafíos, y se convirtieron en grandes amigos. - Gracias por ayudarme a encontrar un nuevo lugar para jugar -le dijo Lautaro a Martín-.
Nunca habría descubierto este parque si no fuera por ti. - De nada, amigo -respondió Martín-. La vida está llena de obstáculos, pero siempre hay una forma de superarlos y encontrar nuevas oportunidades.
Desde aquel día, Lautaro aprendió que los problemas pueden convertirse en oportunidades si uno tiene la mente abierta y está dispuesto a buscar soluciones creativas. Y siguió jugando felizmente con su bicicleta por el barrio y más allá.
FIN.