El camino seguro



Mateo y su mamá caminaban por la acera hacia la guardería. Hablaban y reían mientras disfrutaban del cálido sol de la mañana. De repente, un ruido estruendoso interrumpió su conversación. Un camión venía a toda velocidad hacia ellos.

Sin tiempo para reaccionar, la mamá tomó la mano de Mateo y lo jaló hacia atrás, justo a tiempo para evitar ser alcanzados por el camión. Ambos se quedaron asustados y sin aliento.

- ¡Mamá, esa fue una gran susto! -exclamó Mateo, con sus ojos muy abiertos por el susto. - Sí, cariño, pero lo importante es que estamos a salvo. -respondió su mamá, con un tono de alivio. Decidieron sentarse en el césped para recuperarse.

La mamá aprovechó para explicarle a Mateo la importancia de siempre mirar a ambos lados antes de cruzar la calle, de caminar en la acera y de estar atentos al tráfico. Con el corazón todavía acelerado, Mateo asintió y prometió siempre ser más cuidadoso.

Desde ese día, Mateo y su mamá caminaron por el camino seguro hacia la guardería, siempre recordando la importancia de la precaución y la atención en la calle.

FIN.

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