El camión Estrella y el niño sin transporte


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, un camión muy especial llamado Estrella. Estrella era el encargado de llevar a los niños del jardín de infantes a sus hogares todos los días.

Era un camión grande y colorido, con luces brillantes y música alegre que hacía sonreír a todos. Un día soleado, mientras Estrella esperaba frente al jardín de infantes para reagarrar a los niños, se dio cuenta de que faltaba uno.

Se trataba de Lucas, un niño tímido pero muy curioso. La maestra le explicó a Estrella que Lucas siempre llegaba tarde porque vivía muy lejos y no tenía transporte. Estrella sintió empatía por Lucas y decidió hacer algo al respecto.

Esa misma noche, después de dejar a todos los demás niños en sus casas, se fue en busca del hogar de Lucas. Siguiendo las indicaciones que la maestra le había dado, llegó hasta una pequeña casa en el campo.

Allí encontró a Lucas jugando solo en su patio trasero. El niño se sorprendió al ver llegar al camión tan temprano y miró con asombro cómo Estrella se detenía frente a su casa.

"¡Hola Lucas! ¿Te gustaría dar un paseo conmigo?", preguntó amablemente Estrella. Lucas no podía creer lo que estaba escuchando. Nunca antes había tenido la oportunidad de subirse a un camión tan divertido como Estrella. "¡Sí!", respondió emocionado Lucas mientras subía corriendo al camión.

A partir de ese día, Estrella hizo una parada especial en la casa de Lucas todas las mañanas. Juntos recorrían el pueblo, saludaban a los vecinos y disfrutaban del hermoso paisaje.

Poco a poco, Lucas se fue volviendo más sociable y confiado. Comenzó a hacer amigos en el jardín de infantes y a participar activamente en las actividades escolares. Estrella se sentía muy feliz al ver cómo su amistad había ayudado a Lucas a florecer.

Un día, mientras Estrella llevaba a los niños de regreso al jardín de infantes después del paseo, notaron que un árbol había caído en medio del camino bloqueando su paso. "Oh no, ¿qué haremos ahora?", dijo uno de los niños preocupados.

Estrella miró la situación y tuvo una idea brillante. Con su potente motor y ruedas grandes, decidió usar su fuerza para empujar el árbol fuera del camino.

Con gran esfuerzo, Estrella logró mover el árbol lo suficiente como para permitir que todos pasaran sin problemas. Los niños aplaudieron emocionados mientras Estrella sonreía orgulloso por haber ayudado. Desde ese día, todos los niños comenzaron a llamarlo "Estrella Ruta" porque era un verdadero héroe.

Y así continuaron sus aventuras diarias llevando alegría y enseñanzas valiosas para todos los pequeños pasajeros. La historia de Estrella Ruta nos enseña la importancia de ser solidarios con quienes nos rodean, incluso cuando debemos enfrentar obstáculos inesperados.

Además, nos muestra cómo una simple amistad puede cambiar la vida de alguien para siempre.

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