El Campo Peligroso


Había una vez un pequeño niño llamado Tomás que vivía en el campo rodeado de hermosos paisajes y animales.

Un día, mientras paseaba por el campo, se encontró con una niña llamada Sofía que también disfrutaba del campo y las flores. Tomás quedó encantado con la belleza del campo colorido lleno de flores y le preguntó a Sofía si quería acompañarlo a explorar todo lo que había allí. Sofía aceptó emocionada y juntos comenzaron su aventura.

Al caminar por el campo, se encontraron con muchas flores diferentes, algunas grandes y otras pequeñas, pero todas muy hermosas. También vieron mariposas revoloteando alrededor de ellas y abejas recolectando néctar para hacer miel.

De repente, escucharon un ruido extraño detrás de ellos. Al darse vuelta, vieron a un zorro corriendo hacia ellos. Tomás y Sofía se asustaron mucho y comenzaron a correr para escapar del peligroso animal.

Mientras corrían, Tomás recordó un consejo que su abuelo le había dado: "Si alguna vez te encuentras en peligro en el campo, corre hacia el lago cercano". Así que él tomó la mano de Sofía y la llevó hacia el lago cercano.

Cuando llegaron al lago, se sintieron seguros porque sabían que los zorros no eran buenos nadadores. Allí descansaron un poco mientras observaban cómo los patos nadaban tranquilamente en el agua cristalina del lago.

Después de unos minutos de descanso, decidieron volver al camino del campo para seguir explorando. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que se habían perdido y no sabían cómo volver a casa. De repente, escucharon una voz conocida. Era el abuelo de Tomás que venía a buscarlos en su tractor.

Él los llevó de regreso a casa mientras les contaba historias sobre otros animales peligrosos del campo y cómo mantenerse seguros en situaciones difíciles.

Tomás y Sofía aprendieron mucho ese día: sobre la belleza del campo, la importancia de estar siempre alerta ante los peligros, y la ayuda valiosa de un abuelo sabio. Desde entonces, cada vez que visitaban el campo juntos recordaban esa aventura emocionante y se aseguraban de estar siempre preparados para cualquier situación inesperada.

Y así vivieron felices explorando juntos el hermoso campo lleno de flores.

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