El Caño Mágico y la Aventura de los Pequeños Protectores
En la esquina de la calle 13 con avenida Ciudad de Cali, había un caño que, en lugar de brillar como un río feliz, se había convertido en un lugar triste y sucio.
Las personas, sin darse cuenta de las consecuencias, arrojaban todo tipo de desechos: basura, restos de comida y objetos que ya no usaban. Con el tiempo, el agua que antes fluía clara y juguetona, se tornó oscura y contaminada, perdiendo su esencia vital.
Los peces y las plantas que antes vivían allí comenzaron a desaparecer, y los niños del barrio ya no podían disfrutar de la naturaleza como solían hacerlo.
Un día, un grupo de amigos decidió que ya era hora de hacer algo al respecto.
"¡No puede ser que nuestro caño esté así!"-, exclamó Luna, mientras señalaba el agua sucia. Los demás asintieron, motivados por su pasión por la naturaleza. "Vamos a limpiar y cuidar este lugar,"- propuso Tomi, el más aventurero.
Con una bolsa de residuos en mano, comenzaron a recoger toda la basura alrededor del caño. A medida que limpiaban, descubrían que debajo de todo ese desorden había vida: pequeñas plantas y hasta un par de peces que habían logrado sobrevivir.
Al final del día, la alegría de ver el agua fluir con su brillo original se convirtió en una promesa compartida entre ellos: cuidar el caño y, de paso, enseñar a sus vecinos sobre la importancia de mantener nuestro entorno limpio y saludable.
FIN.