El canto de la naturaleza



Giuliana era una niña muy especial. Desde que abría los ojos por la mañana hasta que se acostaba por la noche, su rostro irradiaba alegría y optimismo.

Siempre encontraba algo bueno en cada situación, por más difícil que pareciera. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Giuliana vio a un pajarito herido en el suelo. Sin dudarlo un segundo, corrió hacia él y lo tomó con cuidado en sus manos.

El pajarito temblaba de miedo, pero al sentir el amor y la ternura de Giuliana, comenzó a calmarse. - ¡Pobrecito! No te preocupes, yo te ayudaré -le dijo Giuliana con dulzura al pajarito mientras acariciaba sus plumitas.

Giuliana llevó al pajarito a casa y junto a su abuela Betty prepararon un lugar cálido y seguro para que pudiera descansar y recuperarse. Todos los días lo alimentaban con semillas y agua fresca, mientras le cantaban canciones suaves para reconfortarlo.

Con el paso de los días, el pajarito empezó a recuperarse gracias al cuidado amoroso de Giuliana y su familia. Un día soleado, cuando por fin estuvo fuerte suficiente para volar de nuevo, todos se reunieron en el jardín para despedirlo.

- ¡Vuela alto pequeño amigo! Siempre tendrás un lugar especial en nuestro corazón -dijo Giuliana con emoción mientras veía al pajarito remontar vuelo hacia el cielo azul.

Desde ese momento, Giuliana supo que quería dedicar su vida a ayudar a los demás seres vivos. Comenzó a estudiar sobre plantas y animales, aprendiendo cómo cuidarlos y protegerlos. Pasaba horas explorando la naturaleza del pueblo, maravillándose con cada descubrimiento que hacía.

Un día de primavera, cuando estaba regando las flores del jardín con su abuelo Hugo, vio a una mariposa atrapada entre las ramas de un arbusto espinoso. Sin pensarlo dos veces, tomó unas tijeras pequeñas y cortó delicadamente las ramas para liberarla.

- ¡Gracias Giuliana! -exclamó la mariposa revoloteando felizmente antes de desaparecer entre las flores. Esa noche durante la cena, Celeste preguntó curiosa:- ¿Qué te hace tan feliz todos los días Giuliana? - Ver cómo puedo hacer una diferencia en el mundo mamá.

Cuidando a los animales y las plantas siento que soy parte de algo más grande -respondió ella sonriendo radiante. Y así fue como Giuliana siguió creciendo siendo una niña feliz e inspiradora para todos los que la rodeaban.

Su amor por la naturaleza y su deseo genuino de ayudarla le abrieron puertas inimaginables hacia un futuro brillante lleno de aventuras por descubrir.

FIN.

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