El Canto Sanador de Ada



Había una vez un hermoso bosque encantado donde los árboles bailaban al compás del viento, las flores cantaban melodías alegres y los animales jugaban entre risas.

En ese mágico lugar vivía Ada, una niña curiosa y amante de la música. Un día soleado, mientras exploraba el bosque, Ada encontró un pequeño claro rodeado de árboles altos y frondosos. Sin pensarlo dos veces, se sentó en el centro del claro y comenzó a tararear una dulce melodía.

A medida que su voz llenaba el aire, algo increíble sucedió: las hojas de los árboles comenzaron a brillar con colores vibrantes. Intrigada por lo que acababa de presenciar, Ada decidió intentarlo una vez más.

Esta vez cerró los ojos y dejó que su voz fluyera libremente. Su canto resonaba en todo el bosque mientras las plantas cobraban vida bailando al ritmo de sus notas. De repente, apareció un conejito blanco saltando cerca de ella.

El conejito hablaba con una voz tierna y le dijo: "¡Ada! Tu canto es tan hermoso que ha despertado la magia del bosque encantado". Ada sonrió emocionada y le preguntó al conejito qué significaba eso.

El conejito explicó que cada ser vivo tiene dentro de sí un don especial y único; en el caso de Ada era su maravillosa voz para cantar.

El conejito llevó a Ada por todo el bosque para enseñarle cómo utilizar su don mágico para ayudar a los demás. Se encontraron con un árbol triste y solitario que había perdido todas sus hojas. Ada cantó una melodía alegre y el árbol, emocionado, comenzó a brotar hojas nuevas y verdes.

Continuaron su camino y se toparon con un arroyo cuyas aguas estaban contaminadas. Ada cantó una canción de purificación y el agua volvió a ser cristalina y llena de vida.

Así, Ada descubrió que su voz tenía el poder de sanar y transformar todo lo que tocaba. A partir de ese día, dedicó su tiempo a recorrer el bosque encantado ayudando a todos los seres que necesitaban su don especial.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Ada escuchó una melodía triste proveniente del fondo del claro donde había comenzado todo. Al acercarse, vio a un pájaro herido en sus alas. El pajarito le contó que había caído del nido mientras intentaba volar.

Sin dudarlo, Ada comenzó a cantar una canción llena de amor y esperanza. Sus notas mágicas envolvieron al pajarito mientras este sentía cómo sus alas se curaban poco a poco. Finalmente, el pájaro abrió sus alas completamente recuperado.

Agradecido por la ayuda recibida, el pajarito llevó a Ada hasta lo más alto de uno de los árboles más grandes del bosque encantado. Desde allí pudo contemplar la belleza infinita del lugar que tanto amaba.

Con lágrimas en los ojos por la emoción vivida, Ada comprendió que su misión en el bosque encantado era llevar alegría y esperanza a todos los seres que habitaban en él. Desde ese día, su canto resonó con más fuerza y dulzura, iluminando el corazón de cada uno.

Y así, Ada siguió cantando y compartiendo su don mágico con todos aquellos que necesitaban un poco de luz en sus vidas.

El bosque encantado se llenó de amor y armonía gracias a la hermosa voz de Ada, quien nunca dejó de creer en la magia del canto.

FIN.

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