El caos mágico de Merlin


Había una vez en un lejano reino, un mago llamado Merlin que vivía en una torre mágica rodeada de bosques encantados.

Merlin era un mago muy talentoso y sabio, pero tenía un pequeño problema: siempre perdía sus pociones mágicas porque no las organizaba adecuadamente. Un día, cansado de buscar entre tantas pociones desordenadas, decidió utilizar su magia para darles color y así poder organizarlas mejor.

Asignó a cada tipo de poción un color diferente: las pociones curativas serían de color azul, las pociones para volar serían de color rojo y las pociones para transformarse serían de color verde. Merlin se sentía feliz al ver sus estantes llenos de colores brillantes y ordenados.

Pero lo que no sabía era que los colores mágicos también tenían un poder especial: podían cobrar vida propia cuando se combinaban de cierta manera. Una noche, mientras Merlin dormía profundamente, los colores empezaron a brillar intensamente y a mezclarse entre sí.

De repente, las pociones cobraron vida y se convirtieron en pequeños duendes con forma de gotas brillantes. "¡Qué está pasando aquí!"- exclamó Merlin al despertar sobresaltado.

Los duendes coloreados comenzaron a hablarle:"¡Somos los guardianes de tus pociones! Gracias a tu magia hemos cobrado vida para ayudarte a mantener el orden. "-Merlin quedó sorprendido por la aparición de estos simpáticos duendes y les agradeció por su ayuda.

Juntos trabajaron arduamente para mantener todas las pociones en perfecto orden según sus colores asignados. Pero un día, un malvado hechicero intentó robar las valiosas pociones mágicas de Merlin. Usando su magia oscura, logró confundir a los duendes haciendo que intercambiaran los colores de las pociones.

Merlin se dio cuenta del engaño y rápidamente ideó un plan para recuperar sus preciadas posesiones. Con la ayuda de los duendes corrigieron el orden correcto de las pociones antes de que el hechicero pudiera llevárselas.

Finalmente, el malvado hechicero fue derrotado gracias al trabajo en equipo entre Merlin y los duendes coloreados. Desde ese día en adelante, Merlin aprendió la importancia del orden y la organización utilizando los colores mágicos como guía.

Y así, la torre del mago Merlin brillaba más que nunca con sus estantes llenos de colores vibrantes y sus amigos duendes velando por la seguridad de sus preciadas pociones mágicas.

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