El caparazón de Tita



Había una vez en el fondo del mar, una tortuga llamada Tita que no tenía caparazón. A diferencia de las demás tortugas marinas, ella se sentía un poco triste y avergonzada por no tener su caparazón protector.

Siempre se preguntaba qué ponerse para estar a la moda y sentirse segura como sus amigos. Un día, mientras Tita estaba pensando en qué hacer, apareció su amiga Celia la cangreja.

Celia era muy astuta y siempre tenía ideas creativas para resolver problemas. Al ver a Tita tan preocupada, se acercó rápidamente y le dijo:"¡Hola, Tita! ¿Qué te pasa? Te veo muy pensativa. "Tita suspiró y respondió: "Hola, Celia.

Estoy cansada de no saber qué ponerme sin mi caparazón. Me siento desnuda y expuesta ante todos los demás animales marinos. "Celia sonrió con complicidad y dijo: "No te preocupes, amiga.

¡Yo tengo una idea!"Sin perder tiempo, Celia corrió hacia su guarida y regresó con un montón de almejas brillantes y coloridas que había recolectado en el fondo del mar. "¡Mira, Tita! Podemos usar estas almejas para decorarte y así crear hermosos diseños que resalten tu belleza única", exclamó emocionada Celia.

Tita se iluminó al instante al ver las almejas relucientes y aceptó encantada la propuesta de su amiga cangreja. Durante días, Celia ayudó a Tita a elegir las mejores almejas para lucir en diferentes ocasiones.

Juntas diseñaron patrones increíbles que reflejaban la personalidad vibrante de Tita. Pronto, todas las criaturas marinas quedaron impresionadas por la nueva apariencia de Tita e incluso comenzaron a imitar su estilo único con sus propias decoraciones submarinas.

Poco a poco, Tita recuperó su confianza gracias al apoyo incondicional de Celia y descubrió que la verdadera belleza radicaba en ser auténtica consigo misma. Desde entonces, Tita nunca más se sintió avergonzada por no tener caparazón. Aprendió a abrazar su singularidad y a valorarse tal como era.

Y así fue como una simple amistad entre una tortuga sin caparazón y una cangreja creativa demostró que juntas podían superar cualquier obstáculo y brillar con luz propia bajo el mar.

FIN.

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