El Capibara que soñaba con el Voley
Érase una vez en un hermoso bosque argentino, un capibara llamado Capitán. A Capitán le encantaba jugar al voley. Veía a los chicos y chicas en la playa jugando y soñaba con ser parte de ese divertido juego. Un día, decidió que debía intentarlo, aunque nunca había jugado antes.
Una mañana brillante, su mejor amiga, la tortuga Lía, lo encontró practicando con una pelota de playa que había encontrado.
"Capitán, ¿qué haces?" - preguntó Lía, asombrada.
"Estoy practicando voley, Lía. ¡Quiero ser el mejor jugador de voley del bosque!" - respondió Capitán con entusiasmo.
Aunque Lía no sabía mucho sobre voley, decidió ayudar a Capitán. Así que juntos, buscaron un espacio adecuado: un claro donde no hubiera ramas ni arbustos.
"Primero, tienes que aprender a servir la pelota. Es importante"> - dijo Lía.
Capitán intentó servir la bola, pero pegó a un árbol y el sonido fue tan fuerte que espantó a todos los pájaros del lugar.
"¡Ups!" - exclamó Capitán avergonzado.
"No te preocupes, eso le pasa a los mejores jugadores a veces" - le dijo Lía tratando de consolarlo.
Con paciencia, Lía fue enseñándole los pasos básicos. Al principio, Capitán no era muy bueno. Pero no se desanimó. Cada día practicaba más y más.
Un día, mientras jugaban, Capitán tuvo una idea.
"Lía, deberíamos organizar un torneo de voley para todos los animales del bosque. ¡Así podríamos jugar todos juntos!" - propuso.
"¡Es una excelente idea, Capitán! Pero necesitamos más jugadores" - afirmó Lía.
Y así fue como se pusieron a trabajar. Fueron de árbol en árbol, y de arbusto en arbusto, invitando a todos sus amigos: la ardilla Rimi, el pato Pato, la lechuza Lúcia, y hasta el astuto zorro Maxi.
Después de muchas reuniones, todos decidieron participar en el gran torneo. La noticia se esparció y el día del torneo, el claro estaba lleno de animales emocionados.
"¡Bienvenidos al primer torneo de voley del bosque!" - anunció Capitán mientras se estiraba para jugar. "¡Que gane el mejor equipo!"
Con su corazón latiendo rápidamente, Capitán y su equipo jugaron con todas sus fuerzas. Al principio, perdieron un par de rondas, pero no se desanimaron. Recordaron lo que Lía siempre decía:
"Lo más importante es divertirse y dar lo mejor de uno mismo".
Mientras avanzaban en el torneo, el equipo de Capitán fue mejorando. Hacía pases espectaculares y servidores que sorprendían a todos. El apoyo de todos los animales los llenaba de energía.
Finalmente, llegaron a la gran final. Estaban emocionados, pero también nerviosos. El equipo contrario era el de los fuertes jabalíes, quienes siempre habían ganado.
"Es solo un juego, recordá lo que practicaste" - le dijo Lía a Capitán antes de empezar.
El partido comenzó y fue una batalla emocionante. El conjunto de Capitán y Lía se esforzó al máximo. Cuando estaban a un punto de perder, Capitán recordó todos sus entrenamientos. Con un gran salto, hizo un tiro impresionante.
"¡SÍ! ¡Lo hiciste, Capitán!" - gritó Lía emocionada. El balón pasó por encima de la red y fue directo al suelo del otro lado, ganando el set final. Todos los animales estallaron en vítores.
"¡Felicidades, Capitán! ¡Eran los mejores!" - aclamaron los otros animales. Capitán estaba tan contento
"Gracias a todos. Pero lo más bonito de este torneo fue que todos jugamos juntos y nos divertimos" - dijo Capitán, sonriendo.
Y así, desde aquel día, el voley se volvió el juego favorito de todos los animales del bosque. Y Capitán siguió soñando y practicando, no solo convirtiéndose en un gran jugador, sino en un verdadero líder entre sus amigos.
Así fue como un capibara que amaba el voley enseñó a todos que lo importante no es ganar, sino disfrutar y compartir buenos momentos con amigos.
FIN.