El Casamiento de Pri



En una colorida ciudad llena de risas y aventuras, vivía una pequeña niña llamada Pri. Desde muy chica, soñaba con un día mágico en el que se casaría con su mejor amigo, Lucho. Ella siempre imaginaba que su casamiento sería el evento más divertido de todos, lleno de juegos, sorpresas y su dulce pastel favorito.

Un día, mientras jugaban en el parque, Pri le dijo a Lucho:

"¡Lucho! ¿Te imaginás cómo sería nuestro casamiento?"

"Sí, Pri. Tendríamos globos y serpentina, ¡y estaría todo lleno de confeti!"

"¡Exacto! Y bailaremos hasta que se pongan cansados los zapatos de tanto saltar".

Ambos se reían y soñaban con ese día especial. Sin embargo, lo que Pri no sabía era que el casamiento sería, en realidad, mucho más de lo que nunca había imaginado. Aquella tarde, mientras platicaban, Pri se dio cuenta de que organizar un casamiento no era tan sencillo.

Pri comenzó a crear un plano. Hizo una lista de cosas que necesitaba:

"Primero, vamos a necesitar algo más que solo globos. Necesitamos invitar a todos nuestros amigos y familiares. ¡Hay que contarles la gran noticia!"

"Y el dulce pastel, no te olvides de eso. ¡Tiene que ser de chocolate!".

Juntos, pintaron carteles y los colgaron en todo el vecindario. "¡El Casamiento de Pri y Lucho será el evento del año!" decían esos coloridos carteles. Todos estaban muy entusiasmados, pero a medida que se acercaba el día, Pri comenzó a sentir que cada vez había más cosas por hacer. Las invitaciones no se terminaban, el lugar del evento no estaba listo y el pastel… ¡el pastel seguía siendo solo una idea!

Un día, mientras organizaban, Pri se dio cuenta de algo importante.

"Lucho, creo que me estoy poniendo un poco estresada. Hay tantas cosas por hacer y no sé si vamos a poder hacerlo todo."

"Pri, ¿y si pedimos ayuda? Todos nuestros amigos querrán colaborar. ¡La diversión es mejor cuando la compartimos!".

Pri miró a su alrededor y vio a todos los niños del parque jugando y riendo. Así que decidió que era hora de hacer algo diferente. Hicieron un llamado a todos los amigos, y en un abrir y cerrar de ojos, el parque se llenó de emoción.

"¡Vamos a hacer una gran fiesta preparativa! Cada uno puede traerse algo. Nos ayudaremos entre todos"

"¡Sí! Hacemos un picnic gigante después de terminar con los preparativos".

A medida que todos comenzaron a colaborar, Pri se sintió más ligera y alegre. Juntos, comenzaron a decorar el lugar con cintas, flores y colores brillantes. La ayuda de cada niño hacía que el trabajo fuese más divertido y creativo.

El día del gran evento finalmente llegó. Pri estaba nerviosa pero emocionada. Lucho la miró y le dijo:

"Recuerda, Pri, ¡no importa cómo sea el casamiento! Lo que realmente importa es que estamos juntos y nos divertimos con nuestros amigos".

Cuando la ceremonia comenzó, hubo música, risas y sorpresas. Cada uno de sus amigos tuvo la oportunidad de aportar algo especial. La fiesta no solo celebraba su amistad, sino también la unión y el trabajo en equipo. En vez de un único pastel de chocolate, había una mesa llena de diferentes gustos que cada uno había llevado.

"¡Esto es increíble!" gritó Pri.

"¡Es nuestro día especial!"

"¡Y todos lo hicimos juntos!".

Pri se dio cuenta de que el verdadero sentido de su casamiento no estaba en los adornos o en el pastel perfecto, sino en la alegría compartida con sus seres queridos. Era un recordatorio de que la amistad, la colaboración y el amor eran la esencia de cualquier gran celebración.

Y así, el casamiento de Pri no solo fue recordado como una fiesta divertida, sino como el día en que toda la comunidad se unió para crear algo maravilloso. Aquella jornada quedó guardada en sus corazones como una lección importante: cualquier aventura es mejor cuando se hace con amigos.

Desde ese día, Pri y Lucho nunca dejaron de soñar e improvisar, siempre buscando maneras de compartir momentos juntos con quienes más querían. Y así, aprendieron que la vida es siempre un gran festejo cuando se está rodeado del amor y la amistad.

FIN.

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