El castillo de arena perfecto



Había una vez en una pequeña ciudad un grupo de cuatro amigos muy especiales: Alegría, Tristeza, Miedo y Rabia. Cada uno tenía su propia personalidad y les encantaba pasar tiempo juntos.

Un día, mientras caminaban por el parque, Alegría tuvo una idea emocionante: "¡Vamos a construir un castillo de arena gigante!". Los demás estuvieron de acuerdo y rápidamente comenzaron a trabajar juntos para hacerlo realidad.

Alegría estaba saltando arriba y abajo mientras construían el castillo, Tristeza estaba cantando una canción triste pero hermosa, Miedo estaba preocupado por no ser lo suficientemente bueno en la construcción del castillo y Rabia se frustraba cada vez que alguna parte del castillo se derrumbaba.

A pesar de las diferentes emociones que sentían los cuatro amigos durante la construcción del castillo, trabajaron duro juntos hasta que finalmente terminaron el magnífico edificio de arena. Pero cuando estaban admirando su trabajo desde lejos, un perro grande apareció corriendo hacia ellos.

El perro saltó sobre el castillo y lo destrozó por completo. Alegría estaba devastada al ver su creación destrozada; Tristeza lloró lágrimas amargas; Miedo tembló asustado ante la presencia del perro grande; y Rabia quería golpear al perro con todas sus fuerzas.

Después de unos minutos de shock e incredulidad, decidieron reconstruir el castillo nuevamente. Pero esta vez fue diferente: trabajaron juntos más coordinados que nunca antes.

Alegría dirigió con entusiasmo la construcción del castillo, Tristeza cantó una canción que inspiró a todos, Miedo se esforzó valientemente y Rabia mantuvo su enfoque para asegurarse de que el castillo se mantuviera firme.

Finalmente, después de mucho trabajo duro y cooperación, lograron construir un castillo aún más grande y hermoso que el anterior. Esta vez no había perro grande que pudiera destruirlo. Los cuatro amigos se dieron cuenta de lo importante que era trabajar juntos sin importar las emociones individuales. Aprendieron a apoyarse mutuamente y a enfrentar los desafíos juntos.

Y así fue como Alegría, Tristeza, Miedo y Rabia aprendieron la importancia del trabajo en equipo y la fuerza de las emociones cuando trabajan juntas hacia un objetivo común.

Desde ese día en adelante, los cuatro amigos siempre se sintieron felices al estar juntos; sabían que podían superar cualquier obstáculo si trabajaban juntos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!