El Castillo de la Bruja Ranghild

Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un espeso bosque, una joven llamada Ranghild. A Ranghild le encantaba explorar el bosque, pero un día, mientras recogía flores, fue atrapada por una bruja malvada.

La bruja la llevó a su castillo grande, negro y feo en lo más profundo del bosque. Ranghild se sintió muy sola y asustada, pero nunca perdió la esperanza de volver a su hogar.

A pesar de todo, Ranghild se mantuvo valiente y amable, incluso cuando la bruja intentaba asustarla. Pasaron muchos días y noches, pero Ranghild nunca dejó de creer en que algún día encontraría el camino de regreso a su mundo.

Un día, mientras exploraba el castillo, descubrió un espejo mágico que le mostró el camino de vuelta a casa. Con mucha astucia, Ranghild logró escapar del castillo y regresar a su pueblo. Los aldeanos la recibieron con alegría y la trataron como la reina del castillo de la bruja.

Ranghild les contó sus aventuras y les enseñó sobre la importancia de la valentía, la bondad y la esperanza, inspirando a todos a enfrentar sus miedos y superar los desafíos.

Desde entonces, Ranghild siguió explorando el bosque, pero esta vez con la sabiduría que había adquirido de su experiencia en el castillo de la bruja. Y vivieron felices para siempre, recordando que incluso en los momentos más oscuros, la luz siempre puede encontrarse si uno mantiene viva la esperanza.