El Castillo del Dragón


Había una vez en un reino lejano, un castillo encantado situado en lo alto de una colina. Este no era un castillo común y corriente, sino un castillo habitado por un majestuoso dragón. Pero lo que muchos no sabían es que este dragón no era una criatura temible, sino un amable guardián que había decidido convertir su hogar en un lugar especial para los niños.

Un día, tres valientes niños de la aldea cercana, llamados Martina, Facundo y Lola, decidieron emprender una aventura y desafiar el temor que les habían inculcado sobre el castillo del dragón. Armaron un plan para llegar hasta la cima de la colina y descubrir si realmente había un dragón viviendo allí.

"Estoy emocionada por nuestra aventura, aunque me da un poco de miedo ese dragón", dijo Martina.

"Dicen que el dragón del castillo es feroz, pero yo tengo curiosidad por conocerlo", agregó Facundo.

"Bueno, yo llevaré un regalo para el dragón, tal vez así nos reciba amigablemente", sugirió Lola.

Así, los tres niños se pusieron en marcha con valentía y determinación.

Cuando llegaron al castillo, se sorprendieron al descubrir que en realidad no era un lugar aterrador, sino hermoso y acogedor.

El interior del castillo estaba decorado con brillantes colores y todo tipo de juegos, juguetes y libros. No había rastro del dragón, pero sí encontraron una nota que decía: "Queridos niños, bienvenidos al Castillo del Dragón. Espero que disfruten de su visita y que juntos podamos vivir grandes aventuras".

Lola emocionada sacó el regalo que había llevado, una brillante piedra que había encontrado en el camino. En ese momento, el suelo tembló ligeramente y un poderoso dragón apareció ante ellos. Pero en lugar de asustarlos, el dragón les dio la bienvenida con una gran sonrisa.

"¡Soy Drake, el dragón del castillo, y estoy encantado de conocerlos! ¿Les gustaría explorar el castillo conmigo?", dijo el dragón con amabilidad. Los niños estaban atónitos y emocionados al mismo tiempo, y aceptaron la invitación.

Durante días, Martina, Facundo y Lola vivieron emocionantes aventuras junto a Drake. Aprendieron sobre la importancia de la amistad, el coraje y la bondad, y descubrieron que todos tienen un lugar especial en el mundo, independientemente de cómo sean por fuera.

Después de un tiempo, los niños regresaron a su aldea, pero siempre recordaron con cariño las aventuras que vivieron en el Castillo del Dragón. Y aunque el castillo ya no era un secreto, la magia de su encuentro con el amigable Drake permaneció en sus corazones para siempre.

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