El castillo en la cueva


Había una vez dos amigos muy aventureros llamados Joako y Juli. Les encantaba explorar el mundo y descubrir cosas nuevas. Un día, mientras caminaban por el bosque, encontraron un hermoso río lleno de ajolotes.

- ¡Mira, Juli! ¡Ajolotes! -exclamó Joako emocionado. - Son tan lindos -dijo Juli, admirando a los pequeños animales acuáticos-. ¿Qué podemos hacer con ellos? - Podríamos construir castillos para que vivan en ellos -sugirió Joako.

Así fue como comenzaron a recolectar ramas y hojas para crear su propio castillo en el río. Trabajaron juntos durante horas hasta que finalmente terminaron la estructura del castillo. - ¡Es perfecto! -gritó Juli emocionada-. Pero...

¿cómo hacemos para que los ajolotes entren al castillo? Joako pensó un momento y luego tuvo una idea:- Podemos hacer un túnel de hojas desde el río hasta el interior del castillo. Así podrán nadar hacia adentro sin problemas.

Entonces comenzaron a construir un túnel de hojas desde el río hasta la entrada del castillo. Una vez terminado, esperaron pacientemente a que los ajolotes se sintieran cómodos entrando al túnel. Después de unos minutos, los ajolotes empezaron a entrar al túnel y nadar hacia adentro del castillo.

Joako y Juli estaban felices viendo cómo sus nuevos amigos disfrutaban su nuevo hogar. Pero entonces ocurrió algo inesperado: una lluvia torrencial cayó sobre el bosque y el río empezó a crecer rápidamente.

El castillo comenzó a tambalearse y los ajolotes se asustaron. - ¡Tenemos que hacer algo! -gritó Juli, preocupada. Joako pensó rápido y recordó que había visto una cueva cercana durante su exploración del bosque.

Así que decidieron llevar a los ajolotes al refugio de la cueva hasta que la lluvia pasara. Con mucho cuidado, Joako y Juli tomaron a los ajolotes uno por uno y los llevaron hacia la cueva. Allí, los mantuvieron secos y seguros mientras esperaban a que la lluvia parara.

Finalmente, después de varias horas, la lluvia cesó y pudieron volver al castillo en el río. Los ajolotes estaban felices de regresar a su hogar renovado gracias al trabajo en equipo de Joako y Juli.

Desde entonces, Joako y Juli visitan regularmente a sus amigos ajolotes en su castillo en el río. Y siempre recuerdan lo importante que es trabajar juntos para ayudar a aquellos que amamos.

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