El castillo encantado de Sara



Érase una vez, en un reino lejano, un castillo antiguo y mágico que estaba rodeado de un espeso bosque. En este castillo vivía una joven princesa llamada Sara. A pesar de tener todo lo que podía desear, Sara sentía que le faltaba algo en su vida. Anhelaba aventuras y, sobre todo, conocer el mundo más allá de los muros del castillo.

Un día, mientras paseaba por el jardín del castillo, escuchó un susurro suave que venía de un arbusto cercano. Intrigada, se acercó y encontró a un pequeño colibrí que brillaba con colores vibrantes.

- “Hola, princesa Sara. Soy Tico, el colibrí mágico. He estado observándote y sé que deseas aventuras. ¿Te gustaría tener una? ” - dijo el colibrí.

Sara, asombrada, respondió:

- “¡Sí, por favor! Pero, ¿cómo puedo tener una aventura? ”

- “Sólo necesitas seguirme hasta el corazón del bosque. Allí hay un misterioso lago que esconde un secreto. Pero ten cuidado, porque el bosque está lleno de desafíos” - advirtió Tico.

Con el corazón palpitante de emoción, Sara siguió al pequeño colibrí. Al entrar al bosque, se dio cuenta de que era más oscuro y más denso de lo que había imaginado. Los árboles eran altos y retorcidos, y el canto de los pájaros se silenciaba poco a poco.

Mientras caminaban, llegaron a un puente hecho de ramas. Al cruzarlo, se dieron cuenta de que había un pequeño troll sentado en medio del camino.

- “¡Alto! ¿Quién osa cruzar mi puente? ” - grujó el troll, con una mirada mofadora.

- “Yo soy la princesa Sara. Vengo en búsqueda de aventuras y secretos” - respondió ella con valentía.

- “Sólo aquellos que puedan resolver mi acertijo podrán continuar su camino. ¿Estás lista? ” - preguntó el troll con voz burlona.

- “¡Claro que sí! ” - exclamó Saras, sintiéndose decidida.

El troll sonrió y dijo:

- “Estoy pensando en algo que vuela, brilla y nunca se queda quieto. ¿Qué es? ”

Sara pensó durante un momento y, de repente, recordó los colibríes.

- “¡Es un colibrí! ” - gritó emocionada.

El troll la miró sorprendido y, tras unos segundos, sonrió.

- “¡Correcto! Puedes pasar. ¡Pero ten cuidado! El camino es lleno de sorpresas.”

Continuó su camino con Tico, quien aplaudía emocionado por su respuesta. Pronto llegaron al lago. El agua estaba tan clara que podía ver peces de colores nadando y flores flotantes en la superficie.

- “Este es el lago de los deseos, princesa. Pero no todo deseo se cumple si no es puro de corazón. Debes lanzar una piedra al agua y pedir tu deseo, pero recuerda ser honesta y tener buenas intenciones” - le explicó Tico.

Sara miró la superficie del lago, pensativa. Finalmente, eligió una piedra y la lanzó al agua.

- “Deseo conocer más sobre el mundo y ayudar a los demás” - dijo en voz alta.

De repente, una suave brisa sopló, creando ondas en la superficie del agua. Unos minutos después, empezó a salir humo del lago, y cuando se disipó, apareció un hermoso barco de madera.

- “Este barco te llevará a lugares que jamás imaginaste. Pero recuerda, solo podrás regresar cuando hayas aprendido algo importante” - dijo Tico.

Sara se subió al barco, ansiosa y emocionada. Navegó durante días, conociendo diferentes reinos y encontrando a muchas personas que la enseñaron lecciones valiosas. Aprendió sobre la amistad, la valentía y, sobre todo, la importancia de ayudar a los demás.

Finalmente llegó el día en que sintió que había aprendido lo suficiente. Con el corazón lleno de amor y gratitud, decidió regresar al castillo. Cuando desembarcó, vio a Tico esperándola con una sonrisa.

- “¿Aprendiste tu lección, princesa? ” - preguntó el colibrí.

- “Sí, aprendí que la verdadera aventura está en ayudar a otros y compartir amor. Nunca dejaré de buscar maneras de hacer del mundo un lugar mejor” - respondió Sara.

Tico sonrió y luego empezó a brillar más que nunca.

- “Entonces, eres digna de ser la princesa que siempre quisiste ser. ¡Tu corazón es lo que verdaderamente brilla! ”

Desde ese día, Sara se dedicó a hacer de su reino un lugar mejor, organizando fiestas, ayudando a los necesitados y compartiendo su historia de aventuras. Aprendió que la verdadera magia está en el corazón y que siempre hay algo nuevo por descubrir si estás dispuesta a ayudar. Y así, su vida se llenó de amor, amistad y, sobre todo, aventuras.

Y colorín colorado, ¡este cuento se ha acabado!

FIN.

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