El chiquillo blanco



En un hermoso pueblo rodeado de montañas vivía un chiquillo llamado Mateo. Mateo era un niño muy alegre, siempre jugando y haciendo amigos.

Un día, sin embargo, unos niños envidiosos le jugaron una cruel travesura y lo traicionaron, haciéndolo caer en un profundo precipicio. A pesar de todo, Mateo renació con un nuevo color, blanco como la nieve, y un sonido único, destructivo y terrorífico. Sorprendido por su transformación, Mateo decidió usar sus habilidades especiales para ayudar a los demás.

Con valentía, enfrentó las adversidades y protegió a su pueblo de peligrosas alimañas. En el proceso, descubrió que su sonido podía transformarse en una bella melodía que calmaba a las bestias salvajes.

Con el paso del tiempo, los niños que lo habían traicionado se dieron cuenta del error que cometieron, y pidieron perdón a Mateo. A medida que el chiquillo blanco les perdonaba, su sonido se volvía cada vez más hermoso y armonioso.

Los niños envidiosos se convirtieron en amigos leales, y juntos descubrieron lo importante que es la amistad, la empatía y la bondad.

Desde ese día, el chiquillo blanco siguió usando sus poderes para ayudar a los demás, difundiendo alegría y aprendiendo que a pesar de las dificultades, siempre hay espacio para el perdón y la transformación.

FIN.

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