El ciclo de la mariposa Alelí

Había una vez en un hermoso jardín, una pequeña mariposa llamada Alelí. Alelí era una mariposa curiosa y juguetona que le encantaba revolotear de flor en flor.

Un día, Alelí escuchó a la mariposa mayor hablar sobre el misterioso ciclo de vida que todas las mariposas experimentaban.

Intrigada, Alelí se acercó y preguntó: -¿Qué es ese ciclo de vida del que hablan? La mariposa mayor sonrió y le explicó a Alelí que el ciclo de vida de una mariposa consistía en cuatro etapas: huevo, oruga, crisálida y finalmente, mariposa. Alelí quedó maravillada con esta revelación y decidió emprender su propio viaje para experimentar estas etapas.

Comenzó a buscar un lugar seguro para poner sus huevos y encontró una hoja grande y verde donde depositó cuidadosamente sus huevecillos, esperando con paciencia. Tiempo después, los huevecillos eclosionaron y Alelí vio emerger a unas diminutas orugas hambrientas.

Ellas comían y crecían sin parar, hasta que un día, cada una colgó boca abajo y tejió su propio capullo de seda. Alelí observaba maravillada el proceso de transformación que ocurría ante sus ojos. Pasaron los días y de los capullos emergieron hermosas mariposas, libres y coloridas.

Alelí se sentía emocionada al saber que había completado su ciclo de vida, y con una sensación de plenitud, salió volando hacia el cielo azul, lista para explorar el mundo con sus nuevas alas.

Desde ese día, Alelí se convirtió en una mariposa sabia, lista para enseñar a otras pequeñas mariposas sobre el hermoso ciclo de la vida. Y así, su historia inspiró a muchas mariposas a emprender su propio viaje de transformación.