El Ciclo del Carbono



Maripí era una mariposa curiosa y activa, siempre volando de flor en flor en busca de néctar para alimentarse. Un día, mientras revoloteaba por el jardín, se encontró con Don Carbo, un simpático átomo de carbono.

- ¡Hola, Maripí! ¿Sabías que soy parte de un ciclo muy importante para la vida en la Tierra? - le dijo Don Carbo con entusiasmo. Maripí, asombrada, le pidió que le explicara más. - Bueno, todo comienza conmigo y mis amigos los árboles.

Nosotros absorbemos el dióxido de carbono del aire a través de la fotosíntesis, transformándolo en oxígeno y almacenando una parte de mí en nuestras hojas y troncos. - explicó Don Carbo.

Maripí comprendió que el oxígeno es esencial para que ella y otros seres vivos respiren.

Don Carbo continuó su explicación, contándole a Maripí que cuando los árboles y las plantas mueren o son consumidos, el carbono que almacenaron es liberado de nuevo a la atmósfera en forma de dióxido de carbono a través de la descomposición y la respiración de animales y seres vivos.

- Así, el carbono viaja a través de la atmósfera, los seres vivos y los océanos, en un ciclo vital para mantener el equilibrio en la Tierra. Maripí quedó maravillada al conocer la importancia del carbono en la vida, y se comprometió a cuidar de su hogar, el jardín, y a difundir esta importante información a sus amigas mariposas y otros seres vivos.

A partir de ese día, Maripí se dedicó a educar a todos los habitantes del jardín sobre la importancia de cuidar el ciclo del carbono para preservar la vida en la Tierra.

Y así, gracias a la curiosidad de Maripí, todos aprendieron a valorar y proteger la importancia del carbono en la naturaleza. Desde entonces, Maripí y sus amigos trabajaron juntos para mantener el equilibrio del ciclo del carbono y asegurarse de que la Tierra permaneciera llena de vida y belleza.

El jardín se convirtió en un lugar donde todos cuidaban y respetaban el ciclo del carbono, permitiendo que la naturaleza prosperara en armonía.

FIN.

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