El ciclo vital de la gallina
Había una vez en un hermoso campo, una linda gallina llamada Carmencita. Un día, Carmencita puso un huevito en su nido, y luego cuidó de él con mucho amor y paciencia.
Pasaron los días, y finalmente el huevo se abrió para dar paso a un pequeño pollito llamado Renato. Renato era muy juguetón y curioso, y día a día iba creciendo bajo el cuidado amoroso de su mamá.
"Mamá, ¿por qué puso un huevo y de él salí yo?" -preguntó Renato. "Eso es parte del ciclo de la vida, querido. La gallina pone huevos, de los cuales nacen pollitos como tú, y así es como continuamos con nuestra familia" -respondió Carmencita con ternura.
Renato seguía creciendo, aprendiendo a cacarear, a buscar su propio alimento y a fortalecer sus alas para volar. Un día, Renato se dio cuenta de que también quería ser padre.
Entonces, con mucho esfuerzo construyó su propio nido y puso un huevo, recordando todo lo que su mamá le enseñó. Pasaron los días, y finalmente el huevo se abrió para dar paso a un pequeño pollito, repitiendo así el ciclo vital.
Renato entendió que la vida es un ciclo, donde cada ser cumple una etapa para luego dar paso a la siguiente generación. Con el firme propósito de enseñar a su pequeño pollito las mismas lecciones de amor y cuidado, Renato continuó con el compromiso de perpetuar el ciclo vital.
FIN.