El Cimarrón Valiente

En la costa caribeña de Colombia, en un palenque rodeado de exuberante vegetación, vivía un niño llamado Diego. Diego era descendiente de esclavos, pero su espíritu era libre como el viento.

Desde pequeño, escuchaba las historias de cimarronismo, la valentía de los esclavos que escapaban de sus amos para vivir en libertad. Inspirado por esas historias, soñaba con ser un cimarrón y vivir en libertad. Una noche, mientras todos en el palenque dormían, Diego escuchó un murmullo en la selva.

Al acercarse, descubrió a un cimarrón herido. Sin dudarlo, Diego lo ayudó y se hicieron amigos. El cimarrón, llamado Simón, le enseñó a Diego habilidades de supervivencia en la selva y el valor de la libertad.

"Diego, la libertad no es solo escapar de las cadenas, es encontrar la fortaleza en tu interior para enfrentar los desafíos", le decía Simón. Juntos, emprendieron aventuras y ayudaron a otros esclavos a escapar hacia la libertad.

Pero un día, un grupo de esclavistas los descubrió y los persiguió. Diego y Simón lograron despistarlos y encontrar un escondite seguro en la selva.

Allí, Simón le explicó a Diego que la verdadera libertad está en el corazón y en la mente, incluso cuando el cuerpo está aprisionado. Con valentía, Diego y Simón siguieron luchando por la libertad de su gente, y su valentía inspiró a muchos otros esclavos a unirse a ellos. Finalmente, el palenque se convirtió en un refugio de libertad y resistencia.

Diego se convirtió en un líder valiente, llevando a su gente hacia un futuro de esperanza y libertad. Y aunque el palenque aún estaba rodeado de peligros, la llama de la libertad nunca se apagó.