El circo de la ventana



Había una vez una niña llamada Sofía, quien se encontraba en el hospital recuperándose de una pierna rota.

Todas las tardes, Sofía se sentaba en su cama junto a la ventana y miraba hacia afuera, soñando con salir a jugar y correr como lo solía hacer. Un día, mientras observaba por la ventana, vio algo asombroso: un circo colorido y brillante que se instalaba en el pueblo.

Pasaron elefantes majestuosos, tigres y leones rugientes, hombres gigantes con piernas de palo, acróbatas y malabaristas. Sofía no podía creer lo que veía. "¡Mamá, papá, miren el circo! ¡Quiero ir, por favor!". Con tristeza, sus padres le explicaron que no podía salir del hospital.

Sofía se desanimó, pero decidió que no permitiría que su lesión arruinara su diversión. Comenzó a investigar sobre el circo y a emocionarse con la idea de ver sus impresionantes actos. Poco a poco, se hizo amiga de los demás pacientes y les contó sobre el circo.

Juntos, imaginaron que estaban en la pista, realizando acrobacias y domando leones. Su entusiasmo llenó el hospital de alegría y energía. Un día, los artistas del circo visitaron el hospital para alegrar a los pacientes.

Sofía y sus amigos se emocionaron al conocer a los malabaristas, trapecistas y domadores. Fue un momento mágico que les dio esperanza y felicidad.

A medida que el circo se presentaba en el pueblo, los artistas invitaban a Sofía y sus amigos a ver los ensayos, permitiéndoles experimentar un poco de la magia circense. Aprendieron sobre la importancia del esfuerzo, la perseverancia y la creatividad para superar los obstáculos.

Sofía descubrió que, aunque no pudiera salir de su habitación, aún podía encontrar la felicidad y la emoción de manera diferente. Con el tiempo, su pierna sanó y finalmente pudo dejar el hospital. Sin embargo, llevaba consigo las lecciones y la alegría que había encontrado durante su recuperación.

El circo se convirtió en un símbolo de superación y amistad, recordándole que la magia está en todas partes, incluso detrás de una ventana.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!