El Circo de los Sueños Perdidos



En una tranquila tarde de 2020, Fede, un niño que vivía en un pequeño barrio, paseaba por su casa cuando escuchó un ruido extraño proveniente del jardín. Curioso, salió a investigar y, de repente, un grupo de payasos aterradores, con muecas siniestras y trajes llamativos, apareció ante él. Eran los Alfas Soldados, Alfa Luli, Dindón, Mini Mini y Duffy. ‘-Hola, Fede, ven a jugar con nosotros! ’, gritó Dindón mientras reía de manera inquietante.

Fede, asustado, retrocedió. Había escuchado historias sobre estos payasos que hacían travesuras malvadas y encantamientos aterradores. Desde ese día, no podía dejar de pensar en ellos, como si sus risas se repitieran en su mente.

Pasaron los días, y los payasos seguían acechándolo en sus sueños. Al principio, intentó ignorarlos, pero sólo lo atormentaban más. Entonces, decidió que debía enfrentar sus miedos.

Un domingo, Fede se sentó en su habitación y armó un plan. ‘-Voy a hacer un escudo de valor’, se dijo a sí mismo. Así que dibujó un gran escudo con dibujos de cosas que le daban felicidad: su perro, su familia y sus amigos. Se dio cuenta de que, cada vez que pensaba en lo que amaba, los payasos se hacían más pequeños en su mente.

Decidido, preparó una misión. Fede se armó de valor y salió al jardín. Llamó a los payasos. ‘-¡Alfas Soldados, Alfa Luli, Dindón, Mini Mini, Duffy! ’, gritó sin miedo. Ellos aparecieron, sorprendidos. ‘-¡Fede, qué sorpresa haber venido a jugar! ’, dijo Alfa Luli, mientras reía de una manera inquietante.

Fede les dijo: ‘-Hoy no vine a jugar. Vine a hablar. Ustedes me asustaron y me hicieron sentir mal. Pero he decidido que ya no tengo miedo’. Los payasos se miraron entre ellos, confundidos. ‘-¿Cómo? ¿Nosotros? ¿Asustarte? ’ rió Dindón, intentando recuperar su poder.

Fede levantó su escudo hecho de amor y alegría: ‘-Este es mi escudo. Cada cosa que amo me hace más fuerte. Así que, aunque ustedes intenten asustarme, sé que son sólo sombras’.

Los payasos empezaron a desvanecerse ante sus ojos. ‘-¡Noooo! ’, gritó Duffy mientras desaparecía como un humo de colores.

Con cada palabra, Fede se sentía más libre y ligero. De repente, los payasos ya no podían permanecer en su mente. ‘-¡Tomen eso, payasos! ’, gritó entre risas, sintiendo cómo su miedo se convertía en poder.

Desde ese día, Fede entendió que el miedo podía ser enfrentado. En lugar de huir, decidió transformar su miedo en valentía. Ahora, cada vez que pensaba en los payasos, los veía reír de una manera divertida, como si fueran sólo personajes de una obra de teatro.

Así, Fede aprendió que los miedos son sólo monstruos imaginarios que pueden desvanecerse con amor y valentía. Compartió su historia con sus amigos, todos sintieron que podían enfrentar sus propios miedos. Y esa tarde, Fede se dio cuenta de que, incluso los payasos más aterradores, pueden convertirse en amigos si uno se atreve a enfrentarlos con el corazón lleno de amor.

FIN.

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