El Circo Más Famoso del País



Había una vez, en un pequeño pueblo argentino, un circo llamado "El Circo Brillante". Era el circo más famoso del país, lleno de colores, risas y maravillas. Los habitantes del pueblo esperaban con ansias su llegada cada año. El espectáculo estaba protagonizado por el simpático Payaso Fideo, la talentosa trapecista Lila, y el intrépido mago Tito.

Un día, mientras el circo se preparaba para su gran función, una pequeña niña llamada Mila se acercó al campamento.

"Hola, ¿puedo ver el circo?" - preguntó con curiosidad.

"¡Claro que sí!" - respondió Fideo, sonriendo. "Pero, ¿te gustaría ser parte de nuestro espectáculo?"

Mila, emocionada, aceptó la propuesta. Pero había un problema: ¡Mila era muy tímida!

Lila, al ver la duda en la carita de la niña, la animó.

"No te preocupes, todos hemos sido tímidos alguna vez. Te enseñaré a volar en el trapecio, solo necesitas practicar un poco" - dijo Lila con una gran sonrisa.

Mila asintió, aunque su corazón latía rápido. Así que se puso un pequeño disfraz de payasa y empezó a practicar con Lila. En cada intento, se caía, pero en lugar de rendirse, se reía y volvía a intentarlo.

Sin embargo, una tarde, un fuerte viento se llevó su sombrero de payasa.

"¡No! Mi sombrero!" - exclamó Mila.

"No te preocupes, Mila. Eso también puede ser parte de tu actuación, ¡solo sonríe!" - dijo Fideo.

Motivada, Mila encontró nuevo valor y decidió contar esta historia en su actuación.

Cuando llegó el día del espectáculo, la carpa estaba a reventar. Los niños y adultos estaban expectantes.

Cuando llegó el momento de Mila, subió al escenario nerviosa, pero Lila y Fideo le lanzaron guiños de aliento. Con una gran respiración, Mila comenzó su rutina. Contó la anécdota del viento y su sombrero.

"Y aunque lo perdí, encontré en mi corazón el valor de sonreír y seguir adelante" - dijo Mila, mientras el público reía y aplaudía. La niña se sentía tranquila, disfrutando el momento. A medida que avanzaba su actuación, el público se movía al ritmo de su música, animándola a seguir.

De repente, en un giro sorprendente, el sombrero regresó volando, gracias a un truco de Tito que estaba detrás del escenario. Gracias a eso, Mila lo atrapó en un giro perfecto.

"¡Miren! ¡El viento me devolvió mi sombrero!" - gritó Mila con felicidad.

La multitud estalló en aplausos y risas. Al final del espectáculo, Mila se sintió como una auténtica estrella. Lila y Fideo la abrazaron.

"Eres increíble, Mila. No solo porque volviste a encontrar tu sombrero, sino porque descubriste tu fortaleza dentro de ti" - dijo Lila orgullosa.

Desde aquel día, Mila nunca volvió a sentir miedo de ser ella misma. Cada vez que el circo regresaba al pueblo, ahora era ella quien enseñaba a otros niños a superar sus miedos y a brillar con su propia luz. El Circo Brillante no solo se volvió famoso por sus actos, sino también por la historia de una pequeña niña que aprendió a volar en la vida. Y así, la magia del circo continuó inspirando a todos, un espectáculo a la vez.

FIN.

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