El Club de los Guardianes del Planeta



En un pequeño pueblo llamado Verdeclaro, un grupo de amigos formado por Sofía, Tomás y Belén pasaba mucho tiempo al aire libre, disfrutando de la naturaleza. Un día, mientras jugaban en el parque, notaron algo extraño.

-Sofía: -¿Viste cómo está de sucio el parque? ¡Hay bolsas de plástico y papeles por todos lados!

-Tomás: -Sí, es una pena. ¡Deberíamos hacer algo!

-Belén: -¿Y si formamos el 'Club de los Guardianes del Planeta'? ¡Podemos cuidar nuestro entorno y hacer que Verdeclaro sea un lugar mejor!

Emocionados, los amigos decidieron hacer volantes y organizar un encuentro en el parque para invitar a todos los niños del barrio a unirse al club. En el primer encuentro, discutieron varias ideas para cuidar el planeta.

-Sofía: -Podemos empezar cultivando nuestros propios alimentos en un huerto comunitario. Así aprendemos a cuidar la tierra y a comer sano.

-Tomás: -Y también podríamos plantar árboles. ¡Los árboles son amigos del medio ambiente!

-Belén: -No olvidemos que hay que ahorrar agua. ¡Podemos hacer carteles para recordarle a la gente cómo hacerlo!

El primer proyecto del club fue crear el huerto. Cada uno de ellos llevó semillas de casa. Sofía llevó tomates, Tomás trajo lechugas, y Belén, zanahorias. Durante los días siguientes, trabajaron en el huerto, riendo y disfrutando mientras plantaban las semillas.

Los meses pasaron y el huerto comenzó a crecer. Pero un día, mientras regaban las plantas, se dieron cuenta de que alguien había dejado botellas vacías y restos de comida entre las verduras.

-Tomás: -¿Quién habrá hecho esto? ¡Es un desastre!

-Belén: -Debemos averiguarlo. No podemos permitir que nadie arruine nuestro esfuerzo.

Sofía, decidida, se acercó a un grupo de chicos que estaban cerca y les preguntó:

-Sofía: -¡Hola! ¿Saben quién tiró esta basura aquí?

-Un chico: -No sé, no fue nosotros.

Mientras conversaban, Belén tuvo una idea.

-Belén: -¿Qué tal si les enseñamos a separar la basura? Si todos entienden lo importante que es cuidar el medio ambiente, no pasará esto nuevamente.

Así que decidieron organizar un taller en el colegio. Prepararon presentaciones, juegos y hasta un gran mural donde se podía ver lo que era reciclable y lo que no. Convocaron a todos sus compañeros y la respuesta fue maravillosa. La sala se llenó de risas y preguntas curiosas.

Después del taller, muchos niños comenzaron a tener hábitos más responsables. Algo increíble estaba pasando: ¡el parque comenzó a verse más lindo y limpio! Sin embargo, un día, alguien se acercó a ellos con un fajo de papeles arrugados.

-Un amigo: -¿Vieron esto? Hay una fiesta el sábado y dejarán todo sucio. ¡Hay que hacer algo!

-Tomás: -¡No podemos permitir que arruinen lo que hemos logrado! Hay que hablar con los organizadores.

Los tres amigos decidieron hacer una campaña en la escuela. Con carteles, hablaron con los compañeros y hasta lograron hablar con los maestros. ¡Los organizadores de la fiesta, al enterarse, prometieron recoger toda la basura!

-Belén: -¡Insisto en que todos aportemos! Podemos llevar contenedores de reciclaje para que haya opciones.

Con entusiasmo, prepararon todo para la fiesta. El día llegó y, para su sorpresa, vieron a todos los chicos participando de la limpieza y la separación de residuos. El organizador de la fiesta se acercó a ellos:

-Organizador: -Gracias, amigos. Gracias a ustedes, somos más conscientes de lo que hacemos y el lugar está mucho mejor.

Esa noche, mientras se retiraban cansados pero felices, Sofía, Tomás y Belén sonrieron al ver que su trabajo hizo una diferencia.

-Tomás: -Nunca pensamos que podríamos hacer tanto. ¡Es genial cuidarnos entre todos!

-Belén: -Sí, y lo más importante es que aún hay mucho por hacer. Deberíamos seguir con nuestro club. ¡El mundo necesita más guardianes!

-Sofía: -Así es. ¡Nuestra próxima misión será reutilizar más cosas! Buscaré ideas para que todos puedan participar.

Con corazones llenos de esperanza, los amigos se despidieron, sabiendo que cada acción, por pequeña que fuera, contaba. Y así, el 'Club de los Guardianes del Planeta' seguiría creciendo y haciendo de Verdeclaro un lugar cada vez más limpio y sostenible.

FIN.

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