El Club de Mariposas Unidos
Pero esta no es la historia que queremos contar. Queremos contar una historia diferente, una historia de superación y amistad. En un pequeño pueblo vivía Ana, una niña curiosa y aventurera que siempre estaba en busca de nuevas experiencias.
Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con Isabella, una chica triste sentada junto a un árbol.
- Hola - dijo Ana con una sonrisa - ¿Qué te pasa? - Nadie me entiende - respondió Isabella con la mirada perdida en el horizonte - Me gusta coleccionar mariposas y todos se burlan de mí. - ¡A mí también me encantan las mariposas! - exclamó Ana emocionada - Podríamos buscar algunas juntas. Así comenzó su amistad.
Todos los días salían al bosque en busca de nuevas especies de mariposas para agregar a la colección de Isabella.
Pronto se dieron cuenta de que había muchas más personas en el pueblo que compartían su pasión y decidieron formar un club dedicado a estudiarlas y protegerlas. Pero no todo era perfecto. El líder del grupo era un chico llamado Lucas, quien desde el principio mostró cierta animosidad hacia Ana e Isabella.
A pesar de los esfuerzos del resto del grupo por mantener la armonía, cada vez eran más frecuentes las discusiones entre ellos.
Un día, durante uno de sus paseos por el bosque, Lucas se alejó del grupo sin decir nada para buscar una mariposa rara que había avistado días antes. Al cabo de unas horas volvió con ella triunfante pero también malherido. Había caído desde una gran altura mientras intentaba atraparla. - ¡Lucas! - exclamó Ana al verlo - ¿Estás bien? - Sí, sí...
solo un poco magullado - respondió él con dificultad. Pero no era cierto. Lucas había sufrido una lesión en la columna que lo dejó paralizado de por vida.
A partir de ese momento, el grupo se reorganizó y decidió centrarse en la educación sobre las mariposas y su conservación. Ana e Isabella tomaron el liderazgo y trabajaron juntas para crear campañas de concientización en las escuelas y en el pueblo entero.
Con el tiempo, todos aprendieron a convivir y valorar las diferencias entre ellos.
Lucas se convirtió en un defensor acérrimo de la naturaleza y de los derechos de los animales, mientras que Ana e Isabella encontraron en su pasión por las mariposas una forma de conectar con otros niños y niñas del pueblo. La historia termina con una gran feria dedicada a las mariposas organizada por el grupo donde todos pueden aprender sobre estas hermosas criaturas y disfrutar juntos del amor por la naturaleza.
Y así, gracias a la amistad, al trabajo duro y a la perseverancia, lograron superar sus diferencias y alcanzar sus sueños.
FIN.