El Club del Perdón y la Amistad
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde vivían dos amigos inseparables: Lucas y Martín. Eran dos niños muy traviesos y siempre estaban juntos, compartiendo aventuras y risas.
Un día soleado, Lucas y Martín decidieron explorar el bosque que rodeaba su pueblo. Empacaron algunas golosinas y se adentraron en la espesura de los árboles. Mientras caminaban, escucharon un ruido extraño proveniente de unos arbustos cercanos.
Intrigados, se acercaron sigilosamente y descubrieron a Sofía, una niña nueva que había llegado recientemente al pueblo. Estaba llorando desconsoladamente mientras sostenía un muñeco roto en sus manos. Lucas y Martín se acercaron a ella con curiosidad pero también con compasión.
Se presentaron amablemente y le preguntaron qué le había sucedido. "Me han traicionado", sollozó Sofía entre lágrimas. "Mis supuestos amigos rompieron mi muñeco favorito sin razón alguna". Los ojos de Lucas brillaron con determinación e indignación al escuchar esto.
No podía soportar la idea de alguien lastimando los sentimientos de otra persona. "No te preocupes Sofía", dijo Lucas valientemente. "Nosotros seremos tus nuevos amigos. ¡Y no permitiremos que nadie te lastime!"Martín asintió enérgicamente, apoyando la decisión de su amigo.
Juntos, juraron proteger a Sofía y hacerle olvidar el dolor que le habían causado esos malos amigos. A partir de ese momento, los tres se convirtieron en los mejores amigos.
Pasaban su tiempo juntos jugando, riendo y explorando todos los rincones del pueblo. Un día, mientras Lucas, Martín y Sofía estaban jugando en el parque, vieron a los antiguos amigos de Sofía acercarse. Estaban arrepentidos por lo que habían hecho y querían disculparse.
"¡Lo siento mucho Sofía!", dijo el líder de aquel grupo. "Nos dimos cuenta de que nos equivocamos al lastimarte. ¿Podrías perdonarnos?"Sofía miró a Lucas y Martín, quienes le dieron una sonrisa alentadora. Sabían que ella tenía la decisión en sus manos.
"Está bien", respondió Sofía con valentía. "Los perdono. Pero solo si prometen nunca lastimar a nadie más". Los antiguos amigos asintieron sinceramente y se disculparon nuevamente antes de irse.
Desde ese día en adelante, Lucas, Martín y Sofía aprendieron la importancia del perdón y la amistad verdadera. Comprendieron que las personas pueden cometer errores pero también pueden aprender de ellos.
Juntos crearon un club llamado "Amigos Sin Traición" para enseñarle a otros niños sobre la importancia del respeto mutuo y la solidaridad. Organizaban actividades divertidas donde todos podían participar sin temor a ser traicionados. El club fue todo un éxito y el mensaje llegó a cada rincón del pueblo.
Los niños aprendieron el valor de cuidar las emociones de los demás y construir relaciones basadas en la confianza. Lucas, Martín y Sofía demostraron que incluso en los momentos más difíciles, la amistad y el perdón pueden curar las heridas de la traición.
Y así, Villa Alegre se convirtió en un lugar donde todos los niños podían jugar felices y sin miedo a ser lastimados. Fin.
FIN.