El cocodrilo Neymar y su inquietud
Había una vez en la selva tropical un cocodrilo llamado Neymar. A diferencia de los demás cocodrilos, a Neymar no le gustaba estar quieto.
Mientras los demás cocodrilos disfrutaban tomando largas siestas bajo el sol, Neymar siempre estaba en movimiento y buscando nuevas aventuras. Un día, Neymar decidió emprender un viaje por la selva para explorar nuevos lugares y conocer a otros animales. -
- ¡Hasta luego amigos, me voy de aventura! - anunció Neymar emocionado.
Los demás cocodrilos lo miraron con asombro, ya que nunca habían visto a ningún cocodrilo tan inquieto como él.
Neymar recorrió la selva con entusiasmo, encontrándose con distintas criaturas y aprendiendo mucho sobre su hábitat.
Pero, a medida que pasaba el tiempo, Neymar empezó a darse cuenta de que su inquietud le impedía apreciar verdaderamente cada momento y se perdía de disfrutar las bellezas de la selva. Al reflexionar sobre ello, decidió regresar a casa con una nueva actitud.
-
- Amigos, me di cuenta de que mi inquietud me impide disfrutar de las cosas bellas que la selva tiene para ofrecer. A partir de ahora, me comprometo a encontrar la calma y la paz en mi interior para vivir plenamente cada experiencia.
Los demás cocodrilos aplaudieron su decisión y lo animaron a seguir adelante. A partir de ese día, Neymar practicó la meditación y la paciencia, aprendiendo a disfrutar del aquí y ahora.
Aunque nunca dejó de ser un cocodrilo activo, logró encontrar el equilibrio entre su energía inquieta y la serenidad que le permitía saborear cada momento.
Y así, el cocodrilo Neymar demostró que, incluso siendo inquieto, se puede aprender a vivir en armonía con uno mismo y con el mundo que nos rodea.
FIN.