El Cocodrilo y el Conejo



Había una vez en la selva un cocodrilo llamado Carlitos y un conejo llamado Ramiro. Carlitos vivía en el río, siempre estaba solo, y a veces se sentía triste porque nadie quería jugar con él. Ramiro, por su parte, vivía en un claro del bosque y siempre estaba rodeado de amigos, ya que era muy alegre y amistoso.

Un día, Ramiro decidió visitar el río y al encontrarse con Carlitos, notó que se veía muy triste. - ¡Hola, Carlitos! ¿Por qué estás tan solo y triste? - le preguntó el conejo. - Nadie quiere jugar conmigo porque piensan que los cocodrilos son peligrosos - respondió con tristeza el cocodrilo. - No te preocupes, yo no creo en esos cuentos. ¿Quieres ser mi amigo? - propuso Ramiro con una sonrisa.

Desde ese día, Carlitos y Ramiro se volvieron inseparables. Juntos exploraban la selva, nadaban en el río y jugaban divertidos juegos. Pronto, los demás animales de la selva vieron que un conejo y un cocodrilo podían ser amigos, y empezaron a unirse a sus juegos y aventuras. Carlitos ya no se sentía solo ni triste, y Ramiro tenía un amigo leal y valiente a su lado.

La amistad entre el cocodrilo y el conejo enseñó a todos que las diferencias no importan para ser amigos, y que lo importante es el cariño, el respeto y la diversión que comparten juntos. Y así, la selva se llenó de risas y alegría, gracias a la amistad entre un cocodrilo y un conejo.

FIN.

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