El cofre mágico



Había una vez una niña llamada Milena, que soñaba con viajar al espacio con su papá. Pero para hacerlo realidad necesitaban mucho dinero y no tenían suficiente.

Un día, mientras caminaban por la playa, Milena y su papá encontraron un cofre enterrado en la arena. Emocionados, lo abrieron y descubrieron que estaba lleno de monedas de oro y joyas brillantes. - ¡Increíble! -exclamó el papá de Milena-.

Con esto podremos comprar todo lo necesario para nuestro viaje a Saturno. Milena estaba muy emocionada pero también preocupada: ¿y si alguien venía a reclamar el tesoro? Decidieron entonces buscar información sobre el dueño del cofre pero no encontraron nada relevante.

Así que decidieron guardar las monedas en un lugar seguro mientras planificaban su aventura espacial. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que algo extraño estaba pasando: cada vez que sacaban algunas monedas del tesoro para comprar algo, éstas volvían misteriosamente al cofre.

- Esto es raro -dijo Milena-. ¿Será un hechizo? - No lo sé -respondió su papá-, pero tal vez sea una señal de que debemos usar este tesoro sabiamente.

A partir de ese momento, Milena y su padre comenzaron a pensar en maneras creativas de utilizar el dinero del cofre para ayudar a los demás. Compraron alimentos para personas necesitadas, donaron juguetes a niños enfermos y financiaron proyectos educativos en escuelas pobres.

Poco a poco fueron descubriendo que la verdadera riqueza no se medía en monedas de oro, sino en la felicidad y gratitud de las personas a las que ayudaban. Finalmente, Milena y su papá decidieron que el viaje a Saturno podía esperar.

Habían descubierto algo mucho más valioso: la alegría de compartir con los demás y hacer del mundo un lugar mejor. Y así, gracias al tesoro que encontraron en la playa, lograron cumplir su sueño de volar al espacio...

pero esta vez para llevar sus acciones solidarias a otros planetas. ¡Y vivieron felices para siempre!

FIN.

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