El Cohete de Luna



Había una vez en un pequeño pueblo, donde todos los niños soñaban con viajar al espacio y explorar las estrellas.

Martín, un niño curioso y valiente, siempre miraba al cielo y se preguntaba qué secretos escondían la Luna y las estrellas. Un día, Martín decidió construir un cohete para viajar a la Luna. Con la ayuda de sus amigos, juntaron materiales reciclados, latas, cartones y mucha imaginación para construir el cohete.

"Vamos a viajar a la Luna y descubrir sus misterios", dijo Martín emocionado. Con esfuerzo y trabajo en equipo, el cohete comenzó a tomar forma. Llegó el día del gran lanzamiento. Los amigos de Martín se habían convertido en valientes astronautas listos para la aventura.

Con un rugido, el cohete despegó hacia el espacio. Durante el viaje, enfrentaron desafíos y superaron obstáculos, pero finalmente llegaron a la Luna. Al bajarse del cohete, se maravillaron con la belleza del paisaje lunar.

Descubrieron cráteres, rocas brillantes y huellas dejadas por antiguos exploradores. "¡Esto es increíble!", exclamó Martín. Mientras exploraban, se dieron cuenta de que la Luna necesitaba ayuda. Los cráteres estaban llenos de basura y la Luna lucía triste. Decidieron limpiarla y devolverle su brillo.

Con esfuerzo y dedicación, lograron dejar la Luna reluciente una vez más. Al regresar a la Tierra, Martín y sus amigos compartieron su increíble aventura con el resto del pueblo.

A partir de ese día, todos se unieron para cuidar el planeta y el espacio, recordando que todos pueden hacer la diferencia. Martín y sus amigos se convirtieron en héroes para el pueblo, inspirando a otros a soñar en grande y trabajar juntos por un mundo mejor.

FIN.

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