El Colegio de la Alegría y la Amistad

En el Colegio María Elena Morales de Lara, la directora Raquel siempre enfatizaba la importancia de educar la mente con el corazón. Los pequeños traviesos e inteligentes Samuel, Zul, Hanna, Angelito, Uziel, Santi y Álvaro llenaban de alegría cada rincón del colegio. Además, contaban con el apoyo del amable contador Carlos y el bondadoso chofer. Un día, la directora propuso un desafío a los estudiantes: organizar un evento para recaudar fondos para mejorar la escuela.

Los pequeños, llenos de entusiasmo, comenzaron a planificar el evento. Samuel tuvo la idea de hacer una feria de talentos, donde los estudiantes mostrarían sus habilidades. Zul, Hanna y Angelito se encargaron de diseñar coloridos carteles para promocionar la feria. Mientras tanto, Uziel y Santi se dedicaron a buscar patrocinadores. Álvaro, por su parte, ideó un plan para asegurarse de que todos se divirtieran al máximo.

Con mucho esfuerzo y trabajo en equipo, el evento fue un éxito. La feria de talentos atrajo a muchas personas, y junto al apoyo del contador Carlos y el chofer bondadoso, lograron recaudar fondos suficientes para mejorar el colegio. La directora Raquel, emocionada por la solidaridad y el talento demostrado por sus estudiantes, decidió premiarlos con un día de juegos en el patio, seguido de un delicioso picnic.

Desde ese día, todos en el Colegio María Elena Morales de Lara comprendieron que, con amistad, trabajo en equipo y solidaridad, podían lograr grandes cosas. La alegría y la amistad se convirtieron en las bases de su educación, recordando siempre el lema de la directora Raquel: 'Educando la Mente con el Corazón'.