El Colegio de la Amistad



Hugo, Alex, Aitor y Anastasia estaban emocionados porque finalmente era el día de volver al cole. Habían pasado meses desde que las clases presenciales se suspendieron debido a la pandemia.

Los cuatro amigos se habían extrañado mucho y estaban ansiosos por reencontrarse. Cuando llegaron al colegio, notaron algunos cambios. Había marcas en el suelo para mantener el distanciamiento social y todos los niños llevaban mascarillas. Pero eso no les importó, estaban felices de estar juntos nuevamente.

El primer día de clase fue muy especial. El maestro les dio la bienvenida y les explicó todas las medidas de seguridad que debían seguir.

Les dijo que aunque las cosas eran diferentes, lo importante era cuidarse unos a otros y disfrutar del aprendizaje. Durante la mañana, los amigos tuvieron una sorpresa: ¡había un nuevo compañero en clase! Se llamaba Mateo y venía de otro país.

Era tímido y no hablaba mucho español, pero Hugo, Alex, Aitor y Anastasia decidieron hacerle sentir bienvenido. "Hola Mateo", saludó Hugo amigablemente. "¡Hola!", respondió Mateo tímidamente. "¿Quieres jugar con nosotros durante el recreo?", preguntó Aitor sonriente. Mateo asintió con timidez pero parecía contento.

Durante el recreo, los cinco amigos jugaron al fútbol en el patio del colegio. Hugo le explicó a Mateo cómo se jugaba mientras los demás lo animaban. Poco a poco, Mateo se sintió más cómodo y comenzó a hablar más en español.

Después del recreo, todos regresaron a clase y el maestro les propuso un desafío: debían trabajar en grupos para crear una presentación sobre sus países favoritos. Hugo, Alex, Aitor, Anastasia y Mateo formaron un equipo.

Cada uno de ellos investigó sobre su país favorito y luego compartieron la información con los demás.

Hugo habló sobre Argentina y su deliciosa comida, Alex habló sobre España y su cultura rica en tradiciones, Aitor habló sobre México y sus coloridas festividades, Anastasia habló sobre Rusia y su hermosa arquitectura, y Mateo habló sobre Brasil y su famoso carnaval. El día de la presentación llegó rápidamente. Los amigos estaban nerviosos pero emocionados por mostrar lo que habían aprendido.

Cada uno dio lo mejor de sí mismo al hablar frente a sus compañeros. Al finalizar las presentaciones, el maestro felicitó a todos por su esfuerzo y trabajo en equipo.

Les dijo que cada uno había hecho un gran trabajo representando a sus países favoritos. Hugo, Alex, Aitor, Anastasia y Mateo se sintieron orgullosos de sí mismos. Habían demostrado que no importaba de dónde venías o qué idioma hablabas; lo importante era respetar las diferencias e aprender unos de otros.

A partir de ese día, los cinco amigos se convirtieron en inseparables. Compartieron risas, juegos e historias durante todo el año escolar. Descubrieron que la diversidad hacía que su amistad fuera aún más especial.

Y así fue como Hugo, Alex, Aitor, Anastasia y Mateo aprendieron la importancia de ser amables, respetuosos y abiertos a nuevas amistades. Juntos demostraron que el colegio puede ser un lugar donde todos se sientan incluidos y valorados.

FIN.

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