El collar de flores mágicas



En un bosque encantado, vivía un búho llamado Oliver. Oliver era conocido por ser el guardián de la noche, ya que siempre estaba despierto cuando todos los demás animales dormían.

Su sabiduría y astucia lo convertían en una figura respetada por todos en el bosque. Una noche, mientras volaba entre los árboles, Oliver se dio cuenta de que la luna brillaba más que nunca. Se acercó a ella y descubrió que la luna parecía triste y apagada.

"¿Qué te sucede, querida luna? Nunca te había visto así", preguntó Oliver con preocupación. La luna suspiró y respondió: "Estoy perdiendo mi brillo poco a poco. Ya no puedo iluminar el bosque como solía hacerlo".

"No te preocupes, amiga mía. Haré todo lo posible para ayudarte", prometió el búho con determinación. Oliver decidió emprender un viaje por el bosque en busca de una solución para devolverle el brillo a la luna.

En su camino, se encontró con diferentes animales que le ofrecieron consejos e ideas para resolver el problema. El zorro le sugirió recolectar cristales brillantes en las profundidades del bosque, mientras que la ardilla le propuso cantarle una canción a la luna todas las noches.

Agradecido por sus consejos, Oliver siguió adelante con su misión. Finalmente, llegó a un claro del bosque donde crecían flores mágicas capaces de revitalizar cualquier cosa que estuviera marchita o apagada.

Sin dudarlo, recogió algunas flores y creó un collar brillante con ellas. Con el collar en sus garras, volvió junto a la luna y se lo entregó con cariño.

Al ponérselo alrededor de su cuello, la luna comenzó a recuperar su resplandor perdido hasta brillar más hermosa que nunca. La luna emocionada abrazó al búho y le dijo: "¡Gracias, querido amigo! Gracias a ti he recuperado mi brillo y podré iluminar el bosque todas las noches como antes".

Oliver sonrió satisfecho y orgulloso de haber podido ayudar a su amiga la luna.

Desde ese día en adelante, cada vez que salía al anochecer a custodiar el bosque podía ver cómo la luna brillaba con fuerza gracias al collar de flores mágicas que él mismo le había regalado. Y así fue como el búho Oliver demostró que con valentía, astucia y determinación se pueden superar cualquier obstáculo y hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos del bosque encantado.

FIN.

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