El collar de la verdad
En un lejano bosque vivía un zorro llamado Maxi, conocido por ser muy astuto y siempre encontrar la manera de salirse con la suya.
Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con una liebre llamada Luna que estaba llorando desconsoladamente. "¿Qué te pasa, Luna? ¿Por qué estás tan triste?" preguntó Maxi con curiosidad. "Es que perdí mi collar de oro y no puedo encontrarlo en ningún lado", respondió Luna entre sollozos.
Maxi, viendo una oportunidad para sacar provecho de la situación, le dijo a Luna: "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar tu collar. Pero a cambio, necesito que me des tres zanahorias todas las mañanas durante una semana".
Luna, desesperada por recuperar su collar de oro, aceptó la propuesta de Maxi sin dudarlo. Juntos comenzaron a buscar por todo el bosque, pero después de horas de búsqueda infructuosa, Maxi fingió haber encontrado el collar entre unos arbustos.
"¡Aquí está tu collar, Luna! Como prometiste, ahora dame las tres zanahorias", dijo triunfante Maxi. Luna se sorprendió al ver que el collar que le mostraba Maxi no era el suyo.
Sin embargo, confundida y temerosa de decepcionar al astuto zorro, decidió entregarle las tres zanahorias tal como habían acordado.
Días después, otro animal del bosque llamado Pancho se enteró del incidente y confrontó a Maxi: "¡Ese no es el collar de Luna! ¡Tú nos engañaste para obtener las zanahorias!" acusó Pancho furioso. Maxi intentó justificarse diciendo: "Bueno... ehh... este es un nuevo collar más bonito que encontré en otro lugar. El verdadero lo dejé en un lugar seguro para protegerlo".
Pancho sabía que algo no cuadraba en la historia del astuto zorro y decidió investigar por su cuenta. Finalmente descubrió que Maxi había estado mintiendo todo el tiempo para aprovecharse de los demás animales del bosque.
Al enterarse de la verdad, Luna y Pancho decidieron trabajar juntos para detener los planes maliciosos de Maxi y devolverle a cada animal lo que les había quitado injustamente.
Desde ese día en adelante, todos aprendieron a ser más cautelosos frente a las falacias y manipulaciones del astuto zorro.
FIN.