El collar del lago


Había una vez en un tranquilo barrio de Buenos Aires, dos perros salchicha llamados Wallace y Weasley. Ambos vivían felices junto a sus mamás, Geo y Kathe. Wallace era un perro salchicha rojizo con una personalidad juguetona y curiosa.

Siempre estaba buscando nuevas aventuras y explorando cada rincón del parque. Por otro lado, Weasley era un perro salchicha gris que prefería la tranquilidad y disfrutaba de largas siestas bajo el sol.

Cada tarde, Geo y Kathe llevaban a Wallace y Weasley al parque para que pudieran correr y jugar juntos. Era su momento favorito del día. El parque estaba lleno de árboles altos, césped verde y otros perros amigables con los que podían socializar.

Un día soleado, mientras Wallace corría detrás de una pelota cerca del lago del parque, vio algo brillante en el agua. Sin pensarlo dos veces, se lanzó al lago para investigar qué era aquello tan interesante.

Weasley observaba desde la orilla preocupado por su amigo rojizo. - ¡Wallace! ¡Ten cuidado! No sabemos lo que hay ahí dentro -gritó preocupado. Pero Wallace no escuchó las advertencias de Weasley porque estaba demasiado emocionado por descubrir el misterio del lago.

Nadó hacia el objeto brillante hasta llegar a él: ¡era un collar con una hermosa medalla! Mientras tanto, Geo comenzaba a entrar en pánico al ver a su pequeño valiente sumergido en el agua turbia del lago.

- ¡Wallace! ¿Dónde estás? -gritaba desesperada. De repente, Wallace emergió triunfante del agua sosteniendo el collar con la medalla en su boca. Estaba tan orgulloso de sí mismo que no podía contener su alegría.

Weasley, aliviado de ver a su amigo sano y salvo, se acercó corriendo hacia él. - ¡Wallace! ¡Eres un héroe! Pero deberías haber tenido más cuidado. Geo y Kathe llegaron rápidamente junto a ellos para abrazarlos y felicitar a Wallace por su valentía.

Geo tomó el collar con la medalla y notó algo escrito en ella: "Aventurero del mes". - ¡Oh, Wallace! Eres todo un aventurero valiente -dijo Geo emocionada-. Este collar es una recompensa por tu valentía.

Desde aquel día, Wallace se convirtió en toda una celebridad en el parque. Todos los perros lo admiraban y querían ser como él. Sin embargo, Wallace aprendió una lección muy importante: siempre debes tener precaución cuando te enfrentas a situaciones desconocidas.

Y así, Wallace y Weasley continuaron disfrutando de sus tardes en el parque junto a Geo y Kathe. Cada día era una nueva aventura para ellos, pero ahora sabían que debían estar atentos y cuidarse mutuamente. Fin

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