El collar intercambiado


Había una vez, en la hermosa playa Dos Hermanas, dos amigas muy especiales: Ampi y Anita Unicornio.

Ampi era una niña alegre y aventurera, mientras que Anita era un unicornio mágico con el pelaje blanco como la nieve y un cuerno brillante en su frente. Un día de verano, las dos amigas decidieron explorar juntas la playa.

Caminaron por la arena blanca y fina, sintiendo el sol cálido en sus rostros y escuchando el sonido de las olas del mar. De repente, Ampi vio algo brillante en el agua. - ¡Mira Anita! -exclamó-. ¿Qué es eso? Anita se acercó para ver mejor. Era un collar con una estrella de mar dorada colgando de él.

- Es muy bonito -dijo ella-. Pero no sabemos a quién pertenece. Ampi tuvo una idea. - Podríamos preguntarle a los demás animales de la playa si alguien lo perdió -sugirió. Así comenzaron su búsqueda.

Primero se encontraron con Tito Tortuga, quien les dijo que no había perdido ningún collar. Luego conocieron a Panchito Pelícano, quien tampoco reclamaba ser dueño del objeto encontrado.

De repente, vieron algo sorprendente: un grupo de cangrejos pequeños llevaban consigo otro collar plateado con una caracola colgando. Ampi se dio cuenta inmediatamente de que este era el verdadero objeto perdido. - ¡Eso es mío! -exclamó emocionada-. Lo perdí cuando estaba jugando cerca del agua.

Anita y Ampi se acercaron a los cangrejos para recuperar el collar. Pero encontraron un pequeño problema: los cangrejos no querían dejarlo ir. - Este collar es nuestro ahora -dijo el más grande de ellos-. Lo encontramos primero.

Ampi sabía que no podía simplemente tomar lo que no le pertenecía, pero tampoco quería perder su collar favorito. Así que decidió hacer una propuesta. - ¿Qué tal si hacemos un trueque? -propuso-.

Les damos este collar dorado con la estrella de mar a cambio del mío plateado con la caracola. Los cangrejos discutieron entre sí y finalmente aceptaron el trueque. Ampi recuperó su precioso collar y todos se fueron felices por haber resuelto el problema juntos.

Desde ese día, Ampi aprendió la importancia de ser honesta y justa, incluso en situaciones difíciles. Y Anita descubrió que siempre puede ayudar a sus amigos cuando lo necesitan.

Juntas, las dos amigas siguieron explorando la playa Dos Hermanas, viviendo aventuras emocionantes mientras aprendían valiosas lecciones de vida.

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